Ética, desarrollo y región. Hacia un Regionalismo Integral

DANIEL GARCÍA DELGADO; JUAN CARLOS SCANNONE

CICCUS

Lugar: Buenos Aires; Año: 2006 p. 416

987-9355-26-1

El siguiente libro articula una serie de investigaciones realizadas en forma interdisciplinar, que tienen como punto de partida tres consideraciones. La primera, el reconocimiento de la importancia estratégica que cobra la construcción de las regiones en la etapa de la globalización, al punto de poder decir que no hay nación sin región. La segunda, que se produce, en el inicio del nuevo siglo, un significativo retorno de la problemática del desarrollo, luego de décadas de neoliberalismo y economicismos y de un modelo que llevó al desplazamiento del concepto de desarrollo por el del mero crecimiento definido por el libre mercado.[i] En este sentido, el fracaso del proyecto neoliberal en la región y su dramática implosión en el caso argentino no sólo nos enfrentan con el desafío de crear un proyecto de desarrollo sino, más aún, de reconstruir el tejido económico y social de los países de América Latina. Finalmente, la tercera consideración es la de rescatar la relevancia que adquiere la reflexión ética, tanto en torno a la problemática del desarrollo nacional como en torno a la integración regional. Sobre todo, la necesidad de interrogarse acerca de cuáles son los contenidos y las mediaciones posibles para la incorporación de las dimensiones de la equidad y la justicia. La apuesta por una perspectiva integral y multidimensional de abordaje de la integración está vinculada al hecho que el campo principal de las investigaciones y la bibliografía sobre la temática se encuentra actualmente hegemonizado por dos líneas de trabajo: la comercial y la jurídico-institucional. Si bien existen autores, trabajos y debates que intentan avanzar sobre miradas distintas (por ejemplo, trabajando política social o educativa), aquellos que apuestan a desarrollar un enfoque ético normativo y multidisciplinario aun son los menos. En esta línea, puede leerse este libro como un intento de contribuir a la construcción de un nuevo regionalismo, que llamamos integral porque articula la dimensiones económica, política, social y etico-cultural, en contraposición del modelo economicista, comercial y librecambista planteado en la década de los noventa y que hoy se encuentraría agotado. Y, a la vez, la búsqueda de aprovechamiento de un contexto de oportunidades[ii] donde se delinean con cada vez mayor claridad dos bloques con perspectivas distintas sobre el futuro de la región, la ciudadanía democrática, la naturaleza del trabajo y las características de la lucha contra la pobreza: el Alca y el Mercosur ampliado. En ese sentido, sobresale la importancia del movimiento social en la repolitización de la cuestión regional y en la determinación de estos clivajes incluso en contradicción al posicionamiento habitual que los mass media habitualmente han operado en torno a esta cuestion. [i] Como señala Theotonio Dos Santos: ?El debate sobre el desarrollo vuelve a ocupar una posición central en las ciencias sociales y en la política latinoamericana. Se ubica en el cuadro de una oposición entre las políticas de desarrollo y el dominio del capital financiero asentada en una ortodoxia monetarista bastante discutible por los efectos negativos que ha producido en la región.? La ausencia de una estrategia de desarrollo es el resultado de un largo proceso en el que se produjo un viraje discursivo, en consonancia con el ascenso de la ideología neoliberal y la matríz teórica de la economÍa neoclásica. Azpiazu y Nocheff (1993) en El desarrollo ausente, hacían ya referencia al desplazamiento y pérdida de importancia de la palabra ?desarrollo? en la formulación de políticas económicas. Ver tambien de D. García Delgado, Estado Nación y la Crisis del Modelo. El estrecho Sendero.) [ii] Es interesante, en este sentido, evaluar los sucesos en torno a la IV Cumbre de Presidentes de las Américas.