La fundamentación ética del empleo y la reconfiguración de las protecciones sociales

DANIEL GARCÍA DELGADO

CATEDRA UNESCO

Catedra UNESCO

Año: 2007

El análisis de la experiencia Argentina durante la década del ´90 muestra que para una constitución de una democracia moderna, con justicia, inclusión social y respeto de los derechos humanos, no es suficiente el Estado de derecho. Luego de la desarticulación producida por el modelo neoliberal, para el cual el empleo resultaba exclusivamente un costo laboral, una mercancía, posible de ser flexibilizado y precarizado en función de la máxima rentabilidad empresaria o subordinado a los equilibrios fiscales, se requiere entonces de re-institucionalizar el mercado de trabajo y recuperar alguna forma de Estado Social. En ese sentido, reinstitucionalizar el mercado de trabajo significa volver a las convenciones colectivas, a la inspección del trabajo, a los seguros de desempleos más amplios. Y también se requiere algún tipo de Estado Social, superador de una concepción de Estado de Derecho y de seguridad sólo en términos individuales, sino que también es necesario algún grado de seguridad social para el conjunto de la población (previsión social, seguros de desempleo más amplio, acceso a la vivienda, a la salud, educación de calidad, etc.). Un Estado activo, generador de políticas públicas favorables a la producción y al empleo constituye un sustento para el desarrollo de políticas orientadas a la reconfiguración de la protección social y a colocación del empleo en el centro de la política pública. Una política pública que ponga el empleo en el centro de la agenda supone, de algún modo recuperar una dimensión olvidada en los ?90 como fue la ética, y preguntarse, a partir de ella, por el horizonte de sentido de una sociedad. En esta presentación trataremos de justificar por qué la re-configuración de las protecciones sociales implica introducir una dimensión ética, a la vez que, supone poner al empleo en el centro de la política pública. Para ello, en primer lugar, realizaremos una fundamentación ética del trabajo; en segundo lugar, plantearemos algunos de los debates existentes estos cuatro años en relación con la estrategia principal de inclusión; y en tercer lugar, superada la crisis del 2001-2, señalaremos los principales desafíos que la política laboral deberá tener en cuenta con vistas a la reconfiguración de las protecciones y seguros sociales en una nueva etapa a fines del 2007.