La dinámica interna de la Tierra.

FOLGUERA, A. Y RAMOS, V.A.

Kapeluz. 8º polimodal (Ed. Daniela Nóbili)

kapelusz

Lugar: buenos aires; Año: 2005; p. 42 - 69

La turbulenta faz de la Tierra atravesada por vientos, ríos, glaciares que destruyen las montañas y lentamente colmatan los mares y lagos, puede ser considerada calma si es comparada con la cara no visible de nuestro planeta. El interior de la Tierra representa el sistema más convulsionado e increíble de todo nuestro Sistema Solar. En él corrientes de roca sólida a cientos de kilómetros de profundidad se desplazan moviendo continentes como verdaderas balsas, levantándolos y agrietándolos o inclusive succionándolos hacia los interiores por debajo del nivel de los mares. El choque de esas “balsas” continentales entre sí genera uno de los fenómenos más bellos de los que el hombre tiene conciencia, las cordilleras. Las cordilleras representan la zona de deformación o la arruga en los límites de estas “balsas” o “placas” que colisionan, exponiéndose en ellas ancestrales fondos de mares, lagos y ríos que habían sido sepultados por el ciclo exógeno, conjuntamente con los restos de la vida que en ellos habitaba.