Para una fundamentación de la teoría hegeliana del conocimiento como praxis intersubjetiva

FERREIRO, HÉCTOR

Medellín

Conferencia; El Discurso Moderno sobre el Reconocimiento: de Hobbes a Hegel; 2011

Universidad Nacional de Colombia

En el elemento del lenguaje queda superada para Hegel la contraposición del objeto y el sujeto. El signo lingüístico como unidad elemental de la lengua señala en este sentido lo que Hegel considera propiamente un pensamiento, es decir, cualquier contenido determinado de conocimiento en cuanto puede ser comprendido por el sujeto en el seno de su propia idealidad sin disociarlo ya más en un objeto que se le contrapone. El lenguaje es así, según Hegel, el medio específico de la racionalidad, donde la dualidad sujeto-objeto está superada y reducida a mero momento. Lo que el hombre formula lingüísticamente no es ya más algo propio y exclusivo de él como tal o cual sujeto particular, no es ya más un solo opinar, sino que al formularlo lingüísticamente el sujeto particular habla precisamente por ello mismo en nombre de todos los demás sujetos de la comunidad de hablantes; correlativamente, lo dicho no es nunca acerca de un objeto particular en cuanto tal, sino siempre acerca de un objeto implicado en el plexo general del espacio lógico de las razones del sujeto. En este contexto, la metáfora del espacio significa, más precisamente, que ni el sujeto ni el objeto son para Hegel cosas entre cosas, sino que la subjetividad en cuanto unidad del sujeto y el objeto es el medio en el que todas las cosas, devenidas ahora momentos inmanentes de ese medio, se relacionan entre sí. Pero Hegel concibe a su vez este medio o espacio como espíritu real efectivo, es decir, como actividad práctica. Aunque la tesis de que la actividad de la inteligencia es en verdad actividad volitiva es la tesis que corona la antropología filosófica de Hegel, ha pasado en buena medida inadvertida por quienes en las últimas dos décadas se han abocado a reconstruir su teoría del conocimiento prestando especial atención a la función que cumpliría, según Hegel, la interacción social en la constitución de la racionalidad y la objetividad. En verdad, Hegel jamás se explayó con particular detalle sobre su tesis de la superación de la inteligencia por la voluntad. Sin embargo, es precisamente en torno a la misma donde su teoría del conocimiento se abre como en pocos otros lugares a la teoría del conocimento y la filosofía del lenguaje contemporáneas de inspiración pragmatista. Esta particular forma de exégesis del pensamiento de Hegel está hoy en sus comienzos; esta ponencia tiene la aspiración de haber hecho una pequeña contribución a la misma.