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A partir de los años ?90 el patrimonio ferroviario entró, en Argentina, en una pendiente de deterioro por la desactivación del sistema. Hoy, los edificios que conformaron las estaciones constituyen, junto a grandes extensiones de tierra, un valioso patrimonio que se encuentra en estado de abandono. Esta situación no es ajena en la Quebrada de Humahuaca y la Puna jujeña, al norte del país donde se está desarrollando el proyecto de reutilización de los edificios ferroviarios. La línea ferroviaria recorre el valle del Río Grande, un itinerario de 10.000 años de antigüedad que fue sitio del antiguo camino de los incas llamado Camino Real, por él, el tránsito de personas y mercaderías articulaba los territorios intermedios entre Buenos Aires y Lima. Constituyó también el escenario de intensas batallas en las luchas por la independencia. El ferrocarril constituyó un importante hito en la historia de la Quebrada de Humahuaca y la Puna Jujeña, dejando su sello en 20 enclaves ferroviarios. Tanto en la zona de la Quebrada - declarada en 2003 Patrimonio Cultural de la Humanidad- como en la Puna, meseta de altura, el patrimonio cultural y natural es de una riqueza inigualable. Los pequeños poblados se desarrollaron en relación a importantes asentamientos prehispánicos junto a restos del pasado como enterratorios, pinturas rupestres y yacimientos arqueológicos. Aún se mantiene la tradición de los tejidos, vestimenta, gastronomía, cultivos, alfarería, etc. El patrimonio intangible se ve expresado en la persistencia de costumbres prehispánicas y coloniales como celebraciones comunitarias, fiestas patronales, culto a la Pachamama (madre tierra) así como en la música ejecutada con instrumentos propios y la lengua Quichua o Quechua. El objetivo principal del proyecto está centrado en la necesitad por parte de la región aprovechar más sosteniblemente sus recursos para desarrollarse y alcanzar un mejor nivel de vida. Se propone, para ello, conservar las plataformas ferroviarias y sus edificios adyacentes por su potencial productivo para las futuras generaciones. Por ello, es necesario definir las pautas de reutilización, para llegar a impulsar un desarrollo sustentable de acuerdo a los recursos disponibles vinculados al tren así como las características propias de cada conjunto ferroviario. La reutilización del patrimonio ferroviario pretende la revalorización del sistema a través de un desarrollo sostenible en cuanto que facilita el desarrollo porque impulsará el conocimiento del patrimonio cultural y reafirmará la identidad de cada comunidad. Favorecerá el desarrollo ambiental, económico, social y, fundamentalmente, el turismo cultural permitiendo acercar la cultura propia de cada lugar al turismo. Educativo. Para detectar las necesidades de cada poblado y poder establecer la reutilización de los edificios ferroviarios hacia un desarrollo sostenible se ha elaborado una matriz con indicadores sociales, económicos y ambientales en función de las necesidades de la región y de cada poblado en particular. Se estableció, además de la pertinencia del indicador para el desarrollo sostenible, la relevancia del mismo para la toma de decisiones vinculado a las posibilidades de reutilización del patrimonio ferroviario.

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