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El proceso de propagación de COVID-19 en la sociedad es un fenómeno de alta complejidad que ha suscitado investigaciones en las más diversas ramas de la ciencia. Una adecuada caracterización del fenómeno es necesaria para poder elaborar medidas de control adecuadas.En este contexto los modelos matemáticos son una valiosa herramienta para explorar distintos aspectos del proceso de transmisión y obtener información que pueda ayudar a una mejor comprensión del problema.Esta enfermedad presenta características de gran heterogeneidad en distintos grupos poblacionales. Por ejemplo, la sintomatología que se ha observado, las vías de transmisión del virus o el impacto que tiene la enfermedad en los diferentes individuos. Una de las variables que caracteriza esta heterogeneidad es la edad de los individuos que se manifiesta, por ejemplo, en que las incidencias de la enfermedad discriminadas por grupos etarios son muy diferentes. Esto es debido, por un lado, a que la enfermedad ha demostrado una fenomenología diferente dependiendo de la edad de los individuos y, además, a que los contactos a través de los cuales se produce el contagio es esperable que dependan de la edad, dadas las diferencias esperables en los hábitos sociales.Con el fin de cuantificar los contactos por unidad de tiempo entre individuos de distintos grupos etarios (Bij) desarrollamos una metodología en la que a partir de ciertas suposiciones sobre la estructura de la matriz de contactos, su incorporación en un modelo matemático de transmisión de la enfermedad y utilizando las incidencias en el GBA discriminadas por edad, podemos obtener diferentes matrices Bij.En la charla se describirán los rasgos fundamentales de esta metodología y se analizará la evolución temporal de las incidencias obtenidas con el modelo en función de las distintas hipótesis asumidas para la construcción de las matrices

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