CONICET | Buscador de Institutos y Recursos Humanos

Este trabajo analiza las transformaciones que los comedores han experimentado en su lógica y accionar durante la década y, en particular, como producto de la profundización de la crisis. Para ello, se desarrolla un análisis comparativo, a partir de un relevamiento de organizaciones sociales barriales y entrevistas en profundidad realizadas en los años 1999 y 2002. En segundo lugar, se analiza la relación con el estado, que constituye una variable clave para comprender el lugar que estas organizaciones ocupan en el entramado institucional barrial en función de las características que asume la cotidianeidad de los sectores de bajos ingresos. Por último, se presentan y analizan los programas alimentarios que el Gobierno de la Ciudad implementa o intensifica a partir de la crisis y que tienen a estos comedores como uno de sus ejecutores privilegiados. De este modo, se intenta establecer la incidencia de estas organizaciones como complemento de los recursos obtenidos por las familias y otras implicaciones sociopolíticas propias de su participación en el entramado barrial. Los comedores proliferan en el barrio de La Boca, a tal punto, que en las zonas donde se concentran las situaciones habitacionales más precarias (Plaza Solís y las manzanas ubicadas al sur de la avenida Almirante Brown) se puede contar más de uno por cuadra. De este modo, fuimos comprobando que en proporción al número de habitantes, en estos sectores del barrio, la cantidad de comedores, a primera vista, parece dar lugar a una sobreoferta. Es decir, su presencia en el espacio barrial, no responde a una distribución establecida con criterios racionales de cobertura y accesibilidad, sino que superponen su accionar.

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