INVESTIGADORES
DAMBORENEA Susana Ester
congresos y reuniones científicas
Título:
Un nuevo crustáceo decápodo del Jurásico temprano de Chubut, Argentina
Autor/es:
PAGANI, M.A.; DAMBORENEA, S.E.; MANCEÑIDO, M.O.; FERRARI, S.M.
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Jornada; Reunión Anual de Comunicaciones de la Asociación Paleontológica Argentina; 2009
Institución organizadora:
Asociación Paleontológica Argentina
Resumen:
Los crustáceos decápodos están muy pobremente representados en el registro fósil por varias razones. Si bien pueden ser localmente abundantes y con extraordinaria preservación en algunos yacimientos excepcionales, en general su registro es saltuario y el material disponible escaso e incompleto. En depósitos del Toarciano temprano de Chubut central (pendiente occidental de la meseta Catreleo) se ha encontrado un ejemplar, muy bien preservado, que puede referirse al género Mecochirus Germar (Decapoda: Astacidea: Glypheoidea). Mecochirus se caracteriza por un primer par de pereiópodos muy largos, subquelados, caparazón delgado con surco cervical marcado y muy oblicuo. El registro de la familia Mecochiridae se extiende desde el Triásico, pero este grupo recién se diversificó a partir del Jurásico temprano. Mecochirus tuvo una amplia distribución geográfica y se conoce de depósitos del Jurásico temprano al Cretácico tardío. El registro de Chubut es por lo tanto uno de los más antiguos del género, es el más temprano para América del Sur (donde solamente se conocía previamente del Jurásico tardío de Chile), y es el primero para Argentina. El ejemplar es un exoesqueleto prácticamente completo, preservado en una arenisca de grano muy fino, en vista lateral (como es común entre los Astacidea). Las piezas del esqueleto, cuya cutícula es muy delgada, presentan un alto grado de articulación, aunque algunas de ellas están desarticuladas y algo desplazadas. Los atributos tafonómicos de este hallazgo indican condiciones de sepultamiento relativamente rápido (unos pocos días) luego de la muerte del organismo, cuyo frágil esqueleto no ha sufrido transporte considerable.