Habitar y pensar en la frontera: ponerle el cuerpo a la Ciencia Política

ALEJANDRA CIRIZA

Sin feminismos no hay democracia : género y ciencias sociales

DelRevés

Lugar: Rosario ; Año: 2015;

El escrito traza un recorrido histórico mostrando los procesos de expulsión del cuerpo, que ha sido biologizado y/o neutralizadoa fin de establecer su irrelevancia política. Esto plantea dificultades en el campo disciplinar de la ciencia política que el escrito aborda describiendo las formas aporía (Fraisse), paradoja (Costa) atolladero (Ciriza) bajo las cuales se presenta. A fin de poner en cuestión los fantasmas de la biología con su séquito de binarismos y determinismos, la pregunta se ubica en las relaciones entre cuerpo real y cuerpo político tal como se han jugado en el terreno de la historia. Se focaliza en el surgimiento de los regímenes políticos nacidos del ciclo de las revoluciones burguesas. Estos proclamaron, con énfasis diferenciales, que la demolición del Antiguo Régimen (ya fuese el de las monarquías europeas, o el de las relaciones de dominación y expoliación coloniales) abría las puertas para la construcción de un orden ajeno al privilegio, indiferente al nacimiento, a la sangre como vehículo de asignación del lugar social, neutral en lo relativo a la clase social, indiferente en relación al color y al sexo. Sexo y color se transformaron sin embargo en la base recurrente de una forma de desigualdad que, a diferencia de la de clase, fue designada como natural y expulsada del campo de la política.Sobre ese terreno se construyó, a fines del siglo XIX el saber disciplinar, que expulsa la economía y el cuerpo como asuntos no pertinentes para la reflexión.