INVESTIGADORES
ALMIRON Walter Ricardo
artículos
Título:
Mosquitos y enfermedades emergentes.
Autor/es:
ALMIRÓN, WALTER RICARDO
Revista:
MEDICINA (BUENOS AIRES)
Referencias:
Año: 1999 vol. 59 p. 33 - 33
ISSN:
0025-7680
Resumen:
Los mosquitos merecen particular atención en todo el mundo, por su importancia como reservorios y vectores de enfermedades. El papel que desempeñan como vectores de enfermedades humanas como fiebre amarilla, paludismo o malaria, filariasis, dengue, encefalitis, etc., es perfectamente conocido. Su interferencia en el trabajo de campo, en la cría de ganado y su producción, se ve reflejada en las pérdidas que provocan. El paludismo es una de las enfermedades más importantes de la humanidad que parecía estar dominado al promediar la década del '50; sin embargo, en los últimos 30 años la infección recrudeció en muchos países. Aproximadamente el 56% de la población mundial vive en áreas endémicas, mientras que el 16% de esa población está radicada en regiones donde la infección ha sido eliminada recientemente. La mayor parte de los casos se presentan en África, le siguen Asia y áreas del Pacífico y América Latina. La tendencia en América Latina (según la OPS), indicaba un ascenso continuo en el número de casos. El área palúdica, en la Argentina, abarcaba Salta, Jujuy, Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca, La Rioja, Formosa, Chaco, Misiones, Corrientes y pequeñas áreas en San Juan, San Luis y Córdoba; Anopheles pseudopunctipennis es vectora en la región paraandina y An. darlingi en la región misionera. Actualmente quedan focos con problemas en Salta y Jujuy, es decir, que sólo en el 4% del área palúdica tradicional se registran casos. A pesar de la ejecución de un buen programa de control del paludismo en la Argentina, la OMS la señalaba como uno de los países en que el número de casos estaba aumentando.             El dengue se ha convertido en la principal enfermedad viral transmitida por mosquitos en el mundo, especialmente en las zonas densamente pobladas de los trópicos, aunque también se extiende a regiones subtropicales y templadas. Aedes aegypti ("mosquito de la fiebre amarilla") es el principal vector del virus causante de la fiebre amarilla urbana, tanto en África como en América, y también lo es de los virus causantes de dengue. En 1963, 17 países del continente americano certificaron la erradicación de Ae. aegypti de sus territorios, luego de las acciones que iniciara la OPS en 1947. Durante la década del 70, el apoyo de los distintos países a los planes de monitoreo y control de estos mosquitos disminuyó. Hacia finales de la misma década numerosos países habían sido recolonizados. En 1995, Ae. aegypti presentaba una distribución similar a la del año 1940, es decir, la falta de una política sanitaria a largo plazo condujo a que se malograra el esfuerzo realizado. La situación en la Argentina es similar al resto de los países americanos. Actualmente, Buenos Aires, Catamarca, Chaco, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, La Pampa, La Rioja, Misiones, Salta, Santa Fe, Santiago del Estero y Tucumán están infestadas por estos mosquitos. Los altos índices de transmisión de dengue en Bolivia, Brasil, Paraguay, Colombia, Venezuela y Centroamérica debieron alertarnos del riesgo, máxime en momentos de globalización cuando el intercambio comercial y turístico es importante. La reciente entrada de Ae. albopictus al país, otra especie de importancia sanitaria y relacionada a Ae. aegypti, podría contribuir a desmejorar la situación. Hasta ahora, en la Argentina sólo se registraron casos de dengue en Salta, Jujuy y Misiones. La erradicación de Ae. aegypti resulta muy difícil, consecuentemente las epidemias de dengue están aumentando en el mundo. Es necesario disminuir el riesgo de transmisión de estas enfermedades intensificando las acciones de educación sanitaria, vigilancia y control de vectores, estudiando la biología de los vectores, coordinando el esfuerzo de las unidades ejecutoras (municipios, provincias y nación) y de investigación.