INVESTIGADORES
FERNANDEZ Maria Laura
congresos y reuniones científicas
Título:
MODELO MATEMATICO DE TRANSMISION DE FIEBRE AMARILLA INCORPORANDO LA MOVILIDAD HUMANA. SIMULACION DE LA EPIDEMIA OCURRIDA EN BUENOS AIRES EN 1871.
Autor/es:
FERNÁNDEZ, M. LAURA; OTERO MARCELO; SCHWEIGMANN NICOLÁS;SOLARI HERNÁN G.
Reunión:
Jornada; 7° Jornadas Regionales sobre Mosquitos 2010; 2010
Institución organizadora:
Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales de la Universidad Nacional de Misiones
Resumen:
Los numerosos brotes de fiebre amarilla urbana y dengue en el continente Americano durante el siglo XIX y principios del XX confirman la presencia de mosquito transmisor Aedes aegypti. En Buenos Aires, la epidemia de 1871 afectó mortalmente a casi al 7% de la población. Para simular la propagación de la fiebre amarilla en humanos mediada por el mosquito se desarrolló un modelo basado en el ciclo de vida del mosquito incorporando también parámetros de la enfermedad así como parámetros poblacionales, urbanísticos y climatológicos obtenidos de fuentes históricas. El presente trabajo tuvo por objetivo desarrollar un modelo capaz de representar la evolución espacio-temporal de la epidemia discriminando el efecto de la dispersión del mosquito del efecto de la movilidad humana. La ciudad se modeló como una grilla donde cada casilla representa una manzana, incorporando la dispersión del mosquito dejando fijos los humanos a su celda o bien permitiendo la movilidad de humanos infectados. Esto permite comparar el alcance del brote/epidemia mediado por la dispersión del mosquito o por el efecto combinado con la movilidad humana. El registro histórico de la evolución de la epidemia de 1871 permite poner a prueba los resultados obtenidos por el modelo. El modelo fue capaz de predecir la mortalidad diaria de la epidemia de 1871 mostrando que si los humanos quedan fijos a su celda solo es posible representar el foco inicial. La incorporación al modelo la movilidad de un solo infectado en cada barrio de la ciudad luego de iniciada la epidemia permitió reproducir el desarrollo tanto del foco inicial como de los focos secundarios.