INVESTIGADORES
MOSCOSO Nebel Silvana
congresos y reuniones científicas
Título:
Sobre la composición Público-Privada del Gasto Total en Salud en Países con Diferentes Grados de Desarrollo
Autor/es:
MOSCOSO NEBEL - LAGO FERNANDO
Lugar:
Córdoba
Reunión:
Jornada; 38º Jornadas Internacionales de Finanzas Públicas; 2005
Institución organizadora:
Facultad de Ciencias Económicas - U N Córdoba
Resumen:
El presente trabajo tiene por objetivo analizar el nivel del gasto total en salud (GTS) y su composición porcentual público – privado en países con diferentes grados de desarrollo, con el objetivo de determinar si existe alguna relación entre los patrones de gasto y el  status de salud poblacional, medido a través de la esperanza de vida al nacer (EVN)[1]. El trabajo se divide en 3 secciones. En la primera sección (y utilizando datos del WHO Statistical Information System de la Organización Mundial de la Salud) se analiza el GTS de una muestra de países, tanto como porcentaje del PIB como en dólares internacionales (I$) -que tienen en cuenta los distintos poderes adquisitivos de un dólar nominal en cada país-. En términos generales, se observa que el GTS en I$ está fuertemente correlacionado con el nivel de ingreso per cápita, observándose un patrón similar (pero menos intenso) cuando se analiza el GTS como % del PBI. Sin embargo cuando se analizan los resultados de dicho gasto en términos de EVN no surge un patrón claro: países con igual porcentaje de PBI destinado al GTS exhiben grandes diferencias en lo que respecta a los resultados obtenidos. Las diferencias son más notables en los países que menos gastan, observándose una relativa (pero no completa) convergencia a medida que el GTS aumenta (Poullier, J.P et al, 2002).  Sin embargo, también surge una clara relación entre el nivel de participación estatal en el GTS y el nivel de ingresos: inversamente a lo que se esperaría la participación gubernamental en el financiamiento de los bienes y servicios para el cuidado de la salud en países más desarrollados, y con más probabilidad de usufructuar un mayor poder adquisitivo, es sustancialmente mayor que los países en los que predominan altos porcentajes de familias viviendo bajo la línea de pobreza e indigencia, altas tasas de desempleo, de desnutrición y un alto porcentaje de población sin cobertura ni acceso a los servicios médico – hospitalarios. En la segunda sección se analizan los motivos por los cuales en los países desarrollados se observa una mayor participación estatal en el financiamiento de la atención de la salud, tratando de determinar si existe alguna relación entre este mayor gasto estatal y la mejor performance en términos de salud que exhiben estos países. Al respecto, se analizan dos hipótesis: La primera hipótesis sugiere que la mayor participación del sector público en el GTS podría estar inspirada en razones de eficiencia. Folland et al. (1997) analiza cuáles son las variables que determinan el status de salud de una población según lo propuesto por la teoría microeconómica de la salud, y el peso relativo de cada una de ellas sobre la producción total de salud. Contrariamente a lo que podría pensarse en una primer instancia, los resultados indican que la provisión de servicios médicos solo determina un 10% del stock individual de salud, mientras que el medio ambiente y el estilo de vida lo hacen en un 65%. Esto indica que la eficiencia en el GTS demanda que las  actividades de prevención (las cuales actúan principalmente sobre estos dos últimos factores) sean privilegiadas. Sin embargo los agentes económicos privados no tienen incentivos para realizar estas actividades, debido a que  muchas de las mismas presentan fuertes externalidades (vacunación, por ejemplo) o directamente tienen el carácter de bien público (como la provisión de información) (Vassallo, C (2003)). Si el sector público de los países desarrollados privilegiara la prevención, esto permitiría explicar el alto porcentaje del gasto estatal en salud (en actividades no atractivas para el sector privado) y los mejores indicadores en términos de estatus de salud. Sin embargo, distintos estudios -Orosz et al (2004) y Organización Panamericana de la Salud (1998) entre otros – no ponen en evidencia la existencia de divergencias sistemáticas en relación al porcentaje del GTS que los diferentes países (tanto desarrollados como en desarrollo) destinan a las actividades preventivas. Si bien esto parecería no corroborar la hipótesis sugerida, el análisis del gasto en prevención en términos de I$ per cápita muestra grandes diferencias. Se demuestra que tal hecho puede tener connotaciones de gran importancia. Una hipótesis alternativa destaca el efecto redistributivo de la asignación de recursos del sector público al sector de atención de la salud ya que permite la reasignación de recursos privados hacia el consumo de otros bienes y servicios. Esta mejora en el poder adquisitivo puede ser especialmente importante en las familias de menores ingresos y, ceteris paribus, permitiría el acceso a condiciones de vida más favorables, variable que, como se planteo anteriormente, logra el mayor impacto sobre el status de salud poblacional.  Por último, en la tercera sección se exponen las conclusiones del trabajo y sus implicancias para la política sanitaria estatal. Asimismo se propone como futura línea de investigación indagar las razones por las que países con mayor grado de desarrollo y mejores condiciones de vida se formulan objetivos de política que parecieran más imperiosos en los países en vías de desarrollo. Al respecto se plantea la hipótesis de la importancia de la estabilidad de las instituciones (Thomé et al, 1999) ¿Es acaso la estabilidad de las instituciones de estos países las que les permiten proponerse objetivos cuyo beneficio social se traduce a más largo plazo que aquellos países en los que el desorden institucional los lleva a plantear sólo políticas de impacto cortoplacistas que les garanticen la permanencia de las gestiones? [1] La utilización de la EVN como indicador del status de salud se debe a que, para el Índice de Desarrollo Humano, es un indicador sintético del nivel de salud de una comunidad, de carácter medio y colectivo, compuesto por las probabilidades de supervivencia de las distintas edades. Sin embargo este indicador adquiere mayor consistencia si se lo relaciona con los años de vida potenciales perdidos por muerte prematura (AVPP) y con los años vividos con discapacidad (AVAD). Ambos son combinados en los años de vida saludables (AVISA), que se podría considerar el indicador compuesto más apto para estimar las prioridades de salud (IDH (1999)).-