9. ¿Un procariota domina la glándula digestiva de Pomacea canaliculata?

CASTRO-VAZQUEZ A, ALBRECHT EA, VEGA IA

Uspallata, Mendoza

Taller; Biología de Ampullariidae; 1999

IHEM-CONICET

Hace unos 35 años, Elizabeth Andrews describió dos tipos de corpúsculos que, originados en los acinos de la glándula digestiva de estos caracoles, se eliminaban empaquetados en lo que llamó la “ristra hepática” (liver string). Mencionó también que, cuando el vestíbulo gástrico estaba lleno, la ristra se mezclaba con su contenido, pasando luego a integrar los bolos fecales, que cuando el vestíbulo estaba vacío, esta continuaba sin mezclarse, y finalmente salía por el ano como tal: como un continuo arrosariado de acúmulos corpusculares, embebidos en una matriz mucilaginosa. Los corpúsculos C eran esféricos y amarillos verdosos y de color pardo oscuro. Andrews atribuyó un rol secretor (como paquetes de enzimas digestivas) a los primeros, y un rol excretorio a los segundos. Observó también que ambos corpúsculos provenían del epitelio acinar: los corpúsculos C de las células columnares, y los K de las células piramidales, a las que ella llamó células digestivas y excretorias, respectivamente. Aunque algunos de las interpretaciones de Andrews nos parezcan cuestionables, hemos confirmado lo esencial de sus hallazgos, tanto en cuanto a que la ristra hepática se elimina ya sea mezclada o sin mezclarse con restos alimentarios, y en cuanto a que estos corpúsculos se originan en las células mencionadas. Sin embargo, algunas observaciones nos indujeron a cuestionar la naturaleza digestiva y excretoria de estos corpúsculos, y a postular su naturaleza simbiótica: (1) los corpúsculos C, supuesto paquetes de enzimas digestivas, se eliminaban en la materia fecal dentro de una cápsula; (2) el principal componente de los corpúsculos K, supuestamente excretorios, parecía ser una queratoproteína, y por tanto,  no una materia de excreción.; (3) la apariencia morfológica de los corpúsculos C recordaba a algunas cianobacterias (gén. Dermocarpa, orden Pleurocapsales); (4) un tercer tipo de corpúsculos (designados como corpúsculos B) semejaban a los beocitos o células hijas de las cianobacterias; (5) los corpúsculos C aislados de la glándula digestiva  tenían una relación DNA/proteínas compatible con la de un organismo procariota. Estas recientes observaciones nos impulsaron a un programa que apunta a responder las siguientes preguntas: (1)   ¿Qué tipo de organismo es el simbionte? (2)   ¿Cuál es su ciclo morfológico y su relación espacial con el huésped? (3)   ¿Qué ventajas fisiológicas derivan de esta supuesta asociación simbiótica? (4)   ¿Cómo se transmite el supuesto simbionte en las poblaciones del huésped? Los resultados obtenidos hasta ahora sugieren que se trata de un procariota que se reproduce por tabicamiento o por brotación dentro de las células columnares del huésped, dando formas desnudas como encapsuladas. Las formas desnudas varían considerablemente de tamaño (entre 2 µm y 20 µm de diámetro) y no tienen tilacoides, pero sí organelas semejantes a peroxisomas. Estas formas ocupan la mayor parte del citoplasma de las células columnares (Para Andrews, células digestivas). Estas formas desnudas son eliminadas en la luz de los acinos y de allí al estómago e intestino, donde probablemente se encapsulen, ya que la mayor parte de los corpúsculos de la materia fecal son de tipo C encapsulado. Las formas capsuladas de tipo C también se encuentran cerca de la base de las células columnares, auque también aparecen en la luz acinar, quizás como resultado de la disgregación de las células columanres. Los corpúsculos K, que en preparaciones ópticas parecen estar dentro de las células piramidales, son también formas capsuladas y quizás quísticas, que también se eliminan hacia la luz. Discutiremos la posibilidad de que se trate de un simbionte tioautótrofo, y que la energía de la oxidación del sulfuro la utilice para reducir nitrógeno y/o dióxido de carbono. .