INVESTIGADORES
BENITES Maria Jesus
artículos
Título:
La narrativa del desamparo: los viajes al Estrecho de Magallanes de Sarmiento de Gamboa
Autor/es:
BENITES, MARÍA JESÚS
Revista:
Telar
Editorial:
Instituto Interdisciplinario de Estudios Latinoamericanos- Fac. Fil. y Letras
Referencias:
Lugar: Tucumán ; Año: 2006 p. 115 - 127
ISSN:
1668-3633
Resumen:
En este trabajo  recorro los escritos de los viajes de Pedro Sarmiento de Gamboa al Estrecho de Magallanes para determinar los elementos textuales dominantes. Con esta finalidad me centro en Las Relaciones  de los viajes que  fueron escritas en distintos períodos marcados temporalmente por la primera incursión (1579-1580) (cuyo objetivo es encontrar un lugar adecuado para poblar y fortificar las costas magallánicas y evitar el paso a los barcos ingleses) y la segunda que se emprende en 1581 aunque sólo en 1584 se arriba a destino. El corpus está integrado entonces por la Relación y derrotero del viaje y descubrimiento del Estrecho de la Madre de Dios, antes llamado de Magallanes de 1580, escrita al regreso del primer viaje para dar cuenta del éxito de la empresa. Relación de lo sucedido a la Armada Real de Su Majestad en este viaje del Estrecho de Magallanes (1583), es la escritura del puerto, de los arribos frustrados en la que todos los elementos textuales giran alrededor de Diego Flores y Valdés el General elegido por el Rey y el  Consejo para comandar la empresa. Esta determinación es considerada injusta por Sarmiento quien es designado por Felipe II “Gobernador General” de las inexistentes Provincias del Estrecho de Magallanes, y posee importantes implicancias textuales ya que Flores se transforma en una presencia constante y oponente en todos los escritos. El tercer texto es la Relación hecha por Pedro Sarmiento a Su Majestad sobre lo sucedido en el Estrecho (1584) que refiere los sucesos del arribo con más de trescientos cincuenta pobladores y la fundación de las ciudades hasta un naufragio que, junto con diecisiete personas, lo obliga a abandonar esas costas. El último es la Sumaria Relación firmada, luego de un regreso que llevó cuatro años, en El Escorial en 1590 y escrita “porque me obliga la conciencia”. En ella retoma los sucesos anteriores para finalmente suplicar a Felipe II “se sirviese acordarse socorrer a aquellos sus leales y constantes vasallos y cidades”. Lo que advierto en todos los relatos de viajes de Sarmiento es que exhiben componentes comunes con el denominmado por Beatriz Pastor como momento demitificador del discurso narrativo de la conquista: el paisaje desaparece como concepto estético y la naturaleza se torna indominable; la exploración se denigra en vagabundeo y la escritura se orienta hacia la de servicio. Pero si bien en los relatos se advierte este movimiento descendente, ya que el cartógrafo del texto de 1580 se transformará, en el de 1584, en un náufrago y en un suplicante en la Sumaria Relación de 1590, jamás se aparta de los objetivos colonizadores. Los expedicionarios harapientos son la representación épica de un héroe que posee un grado tal de sometimiento al Rey que desconoce la agonía de sus hombres. Denomino a este proceso de entrecruzamiento, que se apodera de la escritura de manera paulatina, narrativa del desamparo, atravesado, tanto por los elementos que intervienen en la narrativa del fracaso, como por los que aparecen en la exaltación del momento mitificador. La categoría de narrativa del desamparo se articula alrededor de la imagen del abandono que sufren Sarmiento de Gamboa y sus pobladores, principalmente en la Relación de 1584. Abandono en el que convergen diversos factores como la displicencia de Flores de Valdés (que es quien instaura en la escritura el abandono), el desplazamiento al que es sometido Sarmiento quien refuerza esta construcción presentándose como “echado al rincón”, “con las manos atadas”, pero sobre todo como “mártir deVuestra Majestad”. Además, esta narrativa del desamparo se observa en la búsqueda infructuosa de auxilio tematizada a través de la carencia de ropa, alimentos, refugio. El deterioro corroe dos elementos imprescindibles para el navegante y expedicionario: el barco y el calzado. colonizadores. Los expedicionarios harapientos son la representación épica de un héroe que posee un grado tal de sometimiento al Rey que desconoce la agonía de sus hombres. Denomino a este proceso de entrecruzamiento, que se apodera de la escritura de manera paulatina, narrativa del desamparo, atravesado, tanto por los elementos que intervienen en la narrativa del fracaso, como por los que aparecen en la exaltación del momento mitificador. La categoría de narrativa del desamparo se articula alrededor de la imagen del abandono que sufren Sarmiento de Gamboa y sus pobladores, principalmente en la Relación de 1584. Abandono en el que convergen diversos factores como la displicencia de Flores de Valdés (que es quien instaura en la escritura el abandono), el desplazamiento al que es sometido Sarmiento quien refuerza esta construcción presentándose como “echado al rincón”, “con las manos atadas”, pero sobre todo como “mártir deVuestra Majestad”. Además, esta narrativa del desamparo se observa en la búsqueda infructuosa de auxilio tematizada a través de la carencia de ropa, alimentos, refugio. El deterioro corroe dos elementos imprescindibles para el navegante y expedicionario: el barco y el calzado.  Denomino a este proceso de entrecruzamiento, que se apodera de la escritura de manera paulatina, narrativa del desamparo, atravesado, tanto por los elementos que intervienen en la narrativa del fracaso, como por los que aparecen en la exaltación del momento mitificador. La categoría de narrativa del desamparo se articula alrededor de la imagen del abandono que sufren Sarmiento de Gamboa y sus pobladores, principalmente en la Relación de 1584. Abandono en el que convergen diversos factores como la displicencia de Flores de Valdés (que es quien instaura en la escritura el abandono), el desplazamiento al que es sometido Sarmiento quien refuerza esta construcción presentándose como “echado al rincón”, “con las manos atadas”, pero sobre todo como “mártir de Vuestra Majestad”. Además, esta narrativa del desamparo se observa en la búsqueda infructuosa de auxilio tematizada a través de la carencia de ropa, alimentos, refugio. El deterioro corroe dos elementos imprescindibles para el navegante y expedicionario: el barco y el calzado. convergen diversos factores como la displicencia de Flores de Valdés (que es quien instaura en la escritura el abandono), el desplazamiento al que es sometido Sarmiento quien refuerza esta construcción presentándose como “echado al rincón”, “con las manos atadas”, pero sobre todo como “mártir de Vuestra Majestad”. Además, esta narrativa del desamparo se observa en la búsqueda infructuosa de auxilio tematizada a través de la carencia de ropa, alimentos, refugio. El deterioro corroe dos elementos imprescindibles para el navegante y expedicionario: el barco y el calzado. Sarmiento quien refuerza esta construcción presentándose como “echado al rincón”, “con las manos atadas”, pero sobre todo como “mártir de Vuestra Majestad”. Además, esta narrativa del desamparo se observa en la búsqueda infructuosa de auxilio tematizada a través de la carencia de ropa, alimentos, refugio. El deterioro corroe dos elementos imprescindibles para el navegante y expedicionario: el barco y el calzado.