INVESTIGADORES
VEZUB Julio Esteban
congresos y reuniones científicas
Título:
El proyecto de Valentín Saygüeque. Gestión de identidades y heterogeneidad étnica en los bordes de la nación. (Simposio II “Sociedad, población y economía”. Panel especial coordinado por Guillaume Boccara)
Autor/es:
VEZUB, JULIO ESTEBAN
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Congreso; VI Congreso Internacional de Etnohistoria; 2005
Institución organizadora:
Sección Etnohistoria, Instituto de Ciencias Antropológicas, FFyL-UBA
Resumen:
Para pensar las prácticas de Valentín Saygüeque y sus allegados, la noción de “borde” alude a tres tipos de localizaciones en relación al proceso moderno de imposición del estado-nación. La primera es de índole espacial, la segunda temporal, y la tercera conceptual. Respecto de la última, el análisis de la experiencia de la “Gobernación Indígena de las Manzanas”, el proyecto inacabado de Saygüeque para la organización socio-política del norte de la Patagonia entre 1860 y 1880, reabre los interrogantes más recientes sobre el problema de la etnicidad. Durante los últimos años, el pensamiento antropológico e historiográfico ha desmontado eficazmente el carácter inmanente de las atribuciones étnicas en Pampa y Patagonia, visualizando que las clasificaciones respondían –y todavía responden– a dispositivos hegemónicos de cognición colonial. Resta profundizar las formas históricamente concretas en que la objetivación de la diferencia fue incorporada y resignificada por las estrategias mestizas de producción de poder y subjetividad. En relación a ello, la “Gobernación Indígena de las Manzanas”, el rótulo con el cual Saygüeque membretaba sus cartas para dar viso institucional a la verticalización inestable de jefes y parientes bajo su mando, plantea tres problemas que proponemos abordar. El primero de ellos es la legitimidad de su Gobernación, la cual parece provenir de un lugar diferente al de su institución por los poderes criollos, conforme a las narrativas del pasado a las cuales recurría para fundamentar sus prácticas políticas en las cartas redactadas por su pequeño staff de secretarios. No obstante las manipulaciones, avanzada la década de 1860 la comandancia de Carmen de Patagones todavía aceptaba el esquema de poder para los ríos Limay-Negro que se le presentaba desde el interior de las tolderías. El segundo problema es el carácter indígena de la Gobernación, un imposible ideológico para las expectativas de homogeneidad étnica de los proyectos hegemónicos de nación. Avanzado el proceso de construcción de una macro-identidad mapuche a ambos lados de los Andes, a mediados del siglo XIX “manzanero” era el nombre de lo indígena circunscrito a una localización territorial, un sistema de incorporación de la diferencia y la hibridación cultural, bajo predominio de linajes identificados con el oriente de la Cordillera. La reapropiación de denominaciones externas en la correspondencia de Valentín Saygüeque –pampas, tehuelche, pehuenche, picunche, etc.–, y la circulación simultánea de lenguas diferentes –mapudungun y günün a iajüch en primer lugar–, inducen la pregunta por la importancia de las operaciones de alteridad que se realizaban al interior del proceso de hibridación global. El tercer problema planteado por la fórmula, es la territorialidad de la “Gobernación Indígena de las Manzanas”. Es decir, la proyección de la influencia de Saygüeque sobre el interior patagónico septentrional, más allá del espacio efectivamente controlado en el sur del Neuquén. La acumulación de poder de su jefatura contó con el aval de las autoridades, se respaldó en redes de parientes, negocios y correspondencia, y se aseguró mediante el control de caminos y pasos de montaña. Si las redes atravesaban la Cordillera, su trama densa se tejió al oriente de la misma. La definición “argentina” de Saygüeque, y la decisión de integrar la “Gobernación Indígena de las Manzanas” exclusivamente con caciques orientales, excedieron el oportunismo táctico y el interés por las raciones gubernamentales. Hasta entonces abstractas, las fronteras jurídicas eran irrelevantes para jefaturas territorialmente localizadas pero no delimitadas, situadas sobre una Cordillera socialmente porosa. Paradójicamente, las vinculaciones más o menos estrechas de Argentina y Chile con diferentes redes de caciques contribuyeron al trazado de los límites definitivos entre ambos estados. La situación de borde de las prácticas de Saygüeque habilita reconocer proyectos alternativos –y frustrados– de integración a la nación. Estos problemas adquieren relevancia actual a los fines de contribuir a los debates sobre la emergencia de nuevas identidades como la “mapuche-tehuelche” en Chubut, sostenida por familias y agrupamientos indígenas durante la última década, y paralelamente impugnada por los rezagos esencialistas del pensamiento etnológico tradicional. Frente a las disputas de la memoria, la experiencia de Valentín Saygüeque y su “Gobernación Indígena de las Manzanas” proporciona nuevas alternativas para reinventar tradiciones sobre fundamentos legítimos, que reconozcan la capacidad histórica de inclusión de la diversidad.