CIECS   20730
CENTRO DE INVESTIGACIONES Y ESTUDIOS SOBRE CULTURA Y SOCIEDAD
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Flexibilización laboral y competitividad durante el plan de convertibilidad
Autor/es:
MORERO, HERNÁN
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Congreso; Congreso Anual de AEDA 2009: “Oportunidades y Obstáculos para el Desarrollo de Argentina. Lecciones de la post-convertibilidad”; 2009
Institución organizadora:
Asociación de Economía para el Desarrollo de la Argentina
Resumen:
La década de los noventa se caracterizó en nuestro país por un ambicioso conjunto de reformas estructurales conocidas como el Plan de Convertibilidad. Respecto al mismo, hay autores que sostienen que una de las principales razones de la caída del modelo fue la falta de competitividad de la economía argentina.La sostenibilidad del modelo como estrategia de desarrollo descansaba en el perfeccionamiento de una fuente sostenible de ingreso de divisas, como una mejora continua de la competitividad internacional. En el presente artículo mostramos que los hacedores de política eran bien concientes de ello, e implementaron lo que desde su perspectiva era una política de promoción de la competitividad.Uno de los supuestos del presente trabajo es que a esta política de competitividad subyacía una noción de competitividad estrecha que desembocó en políticas de flexibilización (desregulación, apertura indiscriminada y flexibilización laboral) que acabaron, al fin, por socavar del todo la competitividad del país y sepultar la sostenibilidad del Plan. Se argumenta que la concepción teórica de la competitividad que orientó estas políticas era sumamente estrecha e irrealista, y que principalmente a ello se debió su fracaso.El trabajo comienza con una presentación y discusión teórica de la noción de competitividad. Luego de presentar una definición amplia de la competitividad, se explora el concepto desde dos visiones teóricas: la economía ortodoxa y desde la perspectiva evolucionista. Se muestra cómo las implicancias de política en uno y otro caso son bien distintas: desde la perspectiva ortodoxa se apunta a políticas de liberalización de mercados y flexibilización (sobre todo laboral), en tanto que desde la perspectiva evolucionista se derivan más bien políticas que se dirijan a favorecer la estabilidad, intensidad y cualidad de los flujos de conocimiento al interior de las empresas, entre las firmas,  y entre éstas y el entramado socio-institucional, fortaleciendo el Sistema Nacional de Innovación.En la tercera sección se presentan lo que constituyeron durante la década de los noventa las políticas que englobaban acciones para mejorar la competitividad. Allí se hace especial referencia a la noción de competitividad subyacente a estas políticas y se argumenta que estas políticas son consistentes con la visión teórica que tiene de ella la economía ortodoxa. En la última sección, se busca dar una explicación comprensiva del fracaso de estas políticas para mejorar la competitividad a través de una concepción más realista del fenómeno, con la ayuda de un marco teórico de raíces en la economía evolucionista y economía del conocimiento.Además de mostrar que las políticas implementadas durante los noventa extendieron formas de precariedad laboral, generaron un desempleo crónico de crecimiento inédito y una creciente desigualdad social, se presenta una explicación de la manera en que éstas políticas afectaron negativamente la competitividad de las empresas. La precarización de los flujos de conocimiento internos de las empresas (a través de la flexibilización laboral), de los flujos externos de conocimiento inter empresas (a través de la apertura casi indiscriminada y la elevación brutal de la presión competitiva) y de los flujos de conocimiento entre las empresas y las instituciones en Ciencia y Tecnología, configuran desde esta perspectiva una pésima política de competitividad.Entonces, se argumenta que la principal razón del fracaso de la política de competitividad durante los noventa, reside en que la misma se basó en una concepción teórica irrealista del fenómeno de la competitividad en las empresas. Se concluye que, en general el realismo en teoría económica es fundamental para el éxito de las políticas, y que ello es ostensiblemente claro en el caso particular de la competitividad, a la luz de este análisis. El Plan de Convertibilidad es una triste evidencia de tal hecho, puesto que políticas orientadas por una visión estrecha e irrealista de la competitividad lejos de generar mejoras en este campo, sólo contribuyeron a empeorar sustancialmente la situación social del país.