CIECS   20730
CENTRO DE INVESTIGACIONES Y ESTUDIOS SOBRE CULTURA Y SOCIEDAD
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Morbi-mortalidad por Cáncer en Menores de 15 años en la Provincia de Córdoba. 2000-2008
Autor/es:
BERTONE, CAROLA L.; PUJOL, CÉLINE J.A.; RUDISI, ALEJANDRA I.
Lugar:
Neuquén
Reunión:
Jornada; XI Jornadas Argentinas de Estudios de Población; 2011
Institución organizadora:
Asociación de Estudios de Población de la Argentina
Resumen:
La transición epidemiológica da paso a una predominancia relativa de las defunciones por enfermedades crónicas y degenerativas como los tumores malignos (Chackiel J., 2004). Con respecto a los niños, la disminución de las enfermedades infecciosas, de la desnutrición y los significativos avances en la atención del recién nacido, explican el aumento de la importancia que está adquiriendo el cáncer en el niño, a pesar de su baja ocurrencia (Vargas L, 2000).   En un informe del año 2006, la OMS afirma que el 24% de la carga de morbilidad mundial y el 23% de todos los fallecimientos pueden atribuirse a factores ambientales. A nivel global, la OMS estima, en el año 2011, que el 19% (12-29%) de todos los cánceres son atribuibles a exposición ambiental. Hay que aclarar que, los niños sufren un porcentaje desproporcionado de la carga de morbilidad ambiental. En el mismo informe, la OMS estima que, en los niños de 0 a 14 años, el porcentaje de muertes que podían atribuirse al medio ambiente es de hasta un 36%. Además, el número de años de vida sana perdidos por habitante debido a factores de riesgo ambientales era aproximadamente cinco veces mayor entre los niños de 0 a 5 años que en la población en general (OMS, 2006).    La aparición de las enfermedades oncológicas, está condicionada por los períodos evolutivos vulnerables del desarrollo. Las diferentes ventanas de exposición o períodos críticos del desarrollo corresponden a: periodo preconcepcional (células germinales), transplacentaria (feto) y posnatal (recién nacido y resto del periodo pediátrico) (Oshlan, 2000). Ferris Tortajadas y col. (2004) comentan al respecto que, los niños son especialmente vulnerables a los agentes cancerígenos por las siguientes razones: a menudo, están expuestos a mayores concentraciones tisulares por sus características energético-metabólicas inherentes a su rápido crecimiento y desarrollo celular, respirando más aire, ingiriendo más alimentos y bebiendo más líquidos por kilogramo de peso que los adultos. También destacan que, la inmadurez fisiológica dificulta la neutralización, destoxificación y eliminación de la mayoría de carcinógenos químicos y físicos, aumentando de forma considerable los tiempos de exposición y actuación. La mayor exposición también está aumentada por las limitaciones y necesidades dietéticas que incrementan su contacto con químicos ambientales. Sin embargo, las acciones de los agentes cancerígenos en cualquiera de estos momentos evolutivos pueden desarrollar un cáncer, no sólo en la edad pediátrica, sino en la edad adulta (Oshlan, 2000).   Según Pérez García y col. (2003), en los países desarrollados la mortalidad por neoplasias malignas en niños ha disminuido, mientras que en Latinoamérica las tasas son más altas y la mortalidad no muestra una tendencia a la disminución, pero se observa una tendencia a la estabilidad. En Argentina, es la segunda causa de muerte entre los 5 y 24 años de edad, luego las causas externas (DEIS, 2009).   En lo que concierne a la morbilidad por cáncer en Argentina, desde hace 10 años, existe el Registro Oncopediátrico Hospitalario Argentino (ROHA), que cuenta con datos sobre morbilidad del cáncer en menores de 15 años. Según sus datos, la mortalidad por tumores malignos en menores de 15 años, pasó de 4,4 por 100.000 en el 2000-2002 a 3,6 en el 2008. Particularmente, para el caso de las leucemias, el cáncer más frecuente en el niño, las tasas pasaron de 1,6 en el 2000-2002 a 1,5 en el 2008. Al mismo tiempo, la tasa cruda de incidencia en argentinos menores de 15 años de edad en el 2008, fue de 124 por millón, y varió en las diferentes provincias entre 100 y 147 (con una cobertura estimada del registro del 90%) (ROHA, 2010).  El objetivo del presente estudio es evaluar la morbi-mortalidad por cáncer en menores de 15 años de edad de la provincia de Córdoba entre el periodo 2000-2008. Para ello se utilizó información de estadísticas vitales provistas por la Dirección de Estadísticas e Información de Salud (DEIS). Se tomaron defunciones por causa, grupo de edad, sexo, agrupadas en dos trienios, 2000-2002 y 2007-2009 para suavizar las defunciones de los años 2001 y 2008. Se utilizaron defunciones de menores de 20 años para todos los cálculos sobre mortalidad, ya que, al estudiar mortalidad de niños con cáncer y considerando la sobrevida, la edad debería extenderse hasta los 20 años (Fajardo-Gutiérrez y col. (1999) cita a Ries y col. (1993)).  La evaluación del cambio de la mortalidad por cada causa en general y en particular por cáncer entre este periodo, y su impacto en la esperanza de vida al nacer, se realizó utilizando el índice de años de esperanza de vida perdidos (AEVP). Luego se calcularon tasas específicas de mortalidad en menores de 20 años de edad, por tipo de tumor de Córdoba.   La cuantificación de la mortalidad ha sido de manera tradicional la medida más usada para conocer el impacto de las neoplasias malignas en una población. Sin embargo, como muchos tipos de cáncer pueden ser curados o tener una mayor sobrevida si se diagnostican y tratan a tiempo, la tasa de mortalidad tiene interés relativo (Raña, 2003). Por esta razón se planteó además evaluar la morbilidad tomando datos de la publicación del Registro Hospitalario Oncopediátrico Argentino (ROHA), resultados 2000-2008. Se presentan las tasas de incidencia elaboradas por él, por tipo de tumor para el total del país del periodo 2000-2008, y luego se calcularon las tasas de incidencia crudas del total de neoplasias para el país y la provincia estudiada dividida en 3 trienios (2000-2002, 2003-2005 y 2006-2008) tomando siempre las poblaciones de los anuarios de la DEIS para los años centrales. Finalmente se calculó la tasa de letalidad por tumores malignos en el periodo 2000-2008 a nivel provincial y a nivel país.  Los resultados obtenidos plantean que hubo una disminución de la importancia de los tumores en todas las edades, entre el trienio 2000-2002 y 2007-2009, y ocurre lo mismo en los menores de 20 años de edad, notándose una disminución mayor en los hombres. Esto quiere decir que la población de Córdoba pierde más años de esperanza de vida por causas diferentes a los tumores, incluso en menores de 20 años. La letalidad de los tumores puede estar afectando de manera que al morir con mayor edad, la importancia disminuiría de acuerdo a la metodología utilizada (AEVP).   En lo que respecta a la tasa específica de mortalidad por tumores malignos en menores de 20 años de edad,  Argentina, se observa un aumento (ambos sexos), mientras que en Córdoba esa misma tasa sufrió un descenso. La mortalidad por leucemia, neoplasia más frecuente en los niños y jóvenes, bajó en Córdoba, participando el comportamiento de la tasa específica de mortalidad por tumores malignos antes comentada, como así también en la caída de los AEVP entre el 2001 y 2008. Sin embargo, es destacable que las tasas específicas por otros tipos de cánceres como los del sistema nervioso, los genitourinarios y los de tejido óseo-cartilaginoso no han disminuido sino lo contrario.  Respecto a la morbilidad, la tasa de incidencia para el periodo 2000-2008 ha mostrado un incremento para el total país y para la provincia, sin embargo, la tasa de incidencia de leucemia en Córdoba es menor que la del país. El 15% de las leucemias (2008) fallecieron dentro del primer año del diagnóstico. Esto está relacionado con la agresividad propia del tumor, con el retraso diagnóstico y con el sostén del paciente durante la primera etapa del tratamiento, que por lo general requiere un soporte de alta complejidad y un equipo de profesionales especializados. Se observó una disminución en la mortalidad al mes y al año del diagnóstico entre los períodos 2005-2008, siendo alta comparada con países desarrollados (ROHA, 2010). La letalidad de los tumores malignos es de 30,2 en Córdoba, mientras que la media nacional es de 30,3.   Cabe preguntarse entonces ¿por qué la tasa de incidencia por tumores malignos en menores de 20 años aumentó entre 2000 y 2008 en Córdoba?  Argentina en general, y la provincia estudiada en particular, experimentaron, en estas últimas décadas, un aumento sin precedentes de la superficie sembrada por semillas transgénicas, y particularmente por soja resistente al herbicida a base de glifosato. Con él, fue adoptado masivamente el paquete tecnológico incluyendo siembra directa y uso masivo de productos químicos. Este nuevo modelo productivo esta fuertemente cuestionado, en cuanto a sus posibles efectos sobre la salud, por científicos y comunidades locales expuestas.