INVESTIGADORES
CREMONTE Mariana
congresos y reuniones científicas
Título:
Relación entre la cognición implícita y explicita hacia la conducción bajo los efectos del alcohol
Autor/es:
BISCARRA, MARÍA AYELÉN; CONDE, KARINA; PELTZER, RAQUEL I.; SALOMÓN, TOMÁS; CREMONTE, MARIANA
Lugar:
Cipoletti
Reunión:
Congreso; 1° Reunión Anual de Ciencias Cognitivas CLACIP Cognición; 2018
Institución organizadora:
Asociación Argentina de Ciencias del Comportamiento
Resumen:
Introducción. Las personas suelen creer que consumir una o dos cervezas no constituye un riesgo para conducir (Luchemos por la vida, 2007; Giménez, Motos, & Cortés-Tomás, 2014; Olivera, Planes, Cunill y Gras, 2002). Sin embargo, las investigaciones muestran que manejar luego de haber consumido alcohol es un importante factor de riesgo en el tránsito: aumenta el riesgo de sufrir una lesión, incluso con concentraciones de alcohol inferiores a 0.05 (Cremonte y Cherpitel, 2014); incrementa la severidad de las lesiones (OMS, 2013); y complica el proceso de recuperación de los lesionados (OMS, 2010). Casi todos los estudios que indagaron los procesos cognitivo-motivacionales relacionados con la conducción bajo los efectos del alcohol utilizaron métodos de autoinforme y se basaron en modelos tradicionales de toma de decisiones como la teoría del comportamiento planeado (Ajzen, 1991) que suponen que el individuo se comportaría de forma racional evaluando los costos y beneficios de su conducta. Sin embargo, no siempre las decisiones se guían por procesos racionales y no siempre las personas informan con veracidad, sobre todo cuando se trata de comportamientos socialmente sensibles. Por estos motivos, recientemente se comenzó a estudiar, desde el modelo del doble procesamiento y con métodos indirectos, el rol que juegan los procesos automáticos en ciertos comportamientos de riesgo vial, tales como la velocidad (Hatfield, Fernandes, Faunce y Job, 2008), el uso de casco (Ledesma; Tosi; Fernando; Montes & López, 2015) y del cinturón de seguridad (Ledesma, Tosi, Diaz-Lazaro y Poo, 2018). De acuerdo al modelo del doble procesamiento la manera en que nos comportamos dependería de la interacción de dos sistemas cognitivos. Uno explícito, basado en un proceso proposicional y caracterizado por evaluaciones racionales, concientes, controlables y basadas en normas. Y otro implícito, basado en un proceso asociativo, vinculado a la intuición y al afecto, y caracterizado por evaluaciones automáticas, más rápidas, menos conscientes, menos controlables y más difíciles de ajustar a las expectativas sociales. Hasta donde sabemos un solo estudio evaluó la cognición explicita e implícita hacia la conducción bajo los efectos del alcohol, encontrando relaciones inesperadas entre estos constructos, en el sentido de que a medida que aumentaba la actitud implícita negativa hacia la conducción bajo los efectos del alcohol, aumentaba la intensión autoinformada de realizar dicha conducta (Fernándes, Hatfield y Job, 2010). Objetivo. Evaluar la relación entre la cognición explicita y la cognición implícita hacia la conducción bajo pequeñas y grandes cantidades de alcohol. Metodología. Se seleccionaron 205 conductores de Mar del Plata, mediante un muestreo no-probabilístico por cuotas segmentadas según grupo etáreo (mayores y menores de 25 años) y género. Para evaluar la cognición implicita hacia la conducción bajo los efectos del alcohol se construyó una medida implícita basada en el Test de Asociaciones implícitas (IAT). Para estudiar las cogniciones explicitas hacia la conducción bajo pequeñas y grandes concentraciones de alcohol, nos basamos en la teoría del comportamiento planeado (TCP) y evaluamos la actitud, la intención, la percepción de control conductual y la norma subjetiva mediante una medida explicita en la que se describía a los participantes dos situaciones: en una se les pedía que imaginaran que tenían que regresar a su casa luego de asistir a una reunión en la que habían tomado dos porrones de cerveza, y la otra situación era prácticamente igual pero se les indicaba que habían tomado cinco porrones de cerveza. Luego, los participantes debían responder con una escala de respuesta de 5 puntos a una serie de 29 ítems referidos a las variables de la TCP. Resultados. La cognición implícita se relacionó, pero muy débilmente, con las cogniciones explicitas hacia la conducción bajo pequeñas cantidades de alcohol: con la actitud (rs= .25; p < .001), con la intención (rs= .21; p < .001), con la percepción de control (rs= .23; p < .001) y con la norma subjetiva (rs= .19; p < .001). Pero no se relacionó con casi ninguna de las dimensiones de la cognición explicita hacia la conducción bajo grandes cantidades de alcohol, excepto con la actitud con la que se relacionó muy débilmente (rs= .18; p < .001). Discusión. Los resultados encontrados coinciden con los de otros estudios (). Las bajas correlaciones encontradas en éste y otros estudios podrían deberse a cuestiones metodológicas y teóricas. Específicamente, en este estudio se evaluaron cogniciones hacia comportamientos socialmente sensibles, con tareas muy diferentes: por un lado, el IAT utilizado era una medida relativa que evaluaba la cognición hacia dos tipos de conductas opuestas (conducir alcoholizado vs conducir sobrio), mientras que la medida explícita era una medida absoluta; por otro lado el IAT evaluaba la CI hacia la conducción bajo los efectos del alcohol con alto grado de generalidad, mientras que las medidas explícitas evaluaban las cogniciones con un alto grado de especificidad (hacia la conducción bajo pequeñas o grandes cantidades de alcohol)