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Desde hace ya varios años, el interés ante la problemática de la mujer en las diferentes etapas de la vida en cuanto a las complicaciones hemorrágicas y trombóticas, nos aúna en el Grupo de trabajo de Hemostasia y Trombosis en la Mujer, perteneciente al Grupo CAHT.?Temas Especiales de Hemostasia y Trombosis en la Mujer. Edición 2021? es nuestro tercer libro y nos enorgullece haber podido continuar con nuestra labor y cumplir este objetivo en un año que seguramente quedará grabado en la memoria de todos por la pandemia SARS-CoV-2.A través del recorrido de las páginas, se irán desarrollando diferentes temas vinculados a las complicaciones trombóticas de la mujer en áreas como cardiología, ginecología, neurología, entre otras; lo que resalta una vez más la importancia del manejo interdisciplinario.En el día a día de trabajo, nos valemos de diferentes pruebas de laboratorio que nos permiten evaluar la hemostasia en el viejo esquema de cascada. Sin embargo y cada vez más, necesitamos de pruebas que evalúen la hemostasia de manera global y nos orienten hacia un estado protrombótico o hemorragíparo. El primer capítulo, dedicado al laboratorio, nos habla de la utilidad del ensayo de generación de trombina en los diferentes estadios en la vida de una mujer, especialmente en cuanto a la influencia de factores fisiológicos o adquiridos que generan un mayor riesgo trombogénico.Las miocardiopatías representan un pequeño porcentaje de la patología de la mujer joven embarazada, sin embargo, su baja prevalencia no es representativa del riesgo que implican. Nuestro rol como hematólogos, no sólo se limita a conocer aquellas que necesitan de un tratamiento anticoagulante sino que en muchos casos formaremos parte de la decisión de contraindicar futuros embarazos, cuando éste ponga en juego la vida de la madre. La cirugía ginecológica constituye un estado de especial incremento en el riesgo de tromboembolismo venoso, riesgo que muchas veces se extiende más allá de la estancia hospitalaria y es especialmente elevado cuando se trata de patología oncológica. Sin embargo, en la práctica diaria, para la estratificación debemos recurrir a guías o recomendaciones generales para pacientes quirúrgicos. Por otro lado, un área muchas veces olvidada a la hora de pensar en tromboprofilaxis es la patología ginecológica benigna. El riesgo de presentar una complicación tromboembólica venosa durante el embarazo está incrementado ya a partir del primer trimestre y alcanza su pico máximo en el período periparto y puerperio, representando la primera causa de mortalidad materna en países desarrollados.El tromboembolismo pulmonar (TEP) masivo es una entidad poco frecuente pero catastrófica puesto que implica un riesgo de muerte materna y fetal inminente. El uso de trombolíticos es una recomendación universal en el TEP de alto riesgo, sin embargo las embarazadas han quedado excluidas de los ensayos clínicos y la evidencia proviene del reporte de casos. Es un desafío terapéutico en cuanto a la eficacia pero especialmente en cuanto a la seguridad y el riesgo de complicación hemorrágica.Englobados bajo un mismo concepto de accidente cerebrovascular (ACV) se incluyen tanto las trombosis venosas cerebrales como el clásico ACV de origen arterial; sin embargo, no comparten ni la epidemiología, ni los factores de riesgo, ni la clínica; y por ende tampoco el tratamiento. Es por ello que merecen ser considerados como entidades diferentes y le hemos dedicado capítulos separados. El complejo embarazo-puerperio como estado hipercoagulable juega para ambas entidades un rol preponderante, sea como factor predisponente o gatillo para desencadenar un primer evento, o bien como un factor de riesgo para la recurrencia. Un aspecto llamativo en las diferentes series, es el incremento en las interrupciones voluntarias de embarazos y este incremento está particularmente dado por el miedo a la complicación. Es por ello que consideramos muy relevante brindar a nuestros colegas una amplia información sobre el tema en esta población especial y de esta manera trasladarla también a las pacientes/embarazadas. Hemos incluido además a la trombosis de la vena central de la retina, a pesar de no ser una entidad propia de la mujer, ya que suele ser un motivo de consulta frecuente y un diagnóstico diferencial a considerar.No podíamos pasar por alto la pandemia COVID-19, causada por un virus que ha puesto patas para arriba al mundo y especialmente a la comunidad científica. Esta situación ha llevado a una producción vertiginosa de información, muchas veces lejos de cumplir con el precepto de ?medicina basada en la evidencia?. Entre las múltiples complicaciones que produce esta infección, está el incremento en la incidencia de trombosis. La combinación de dos estados hipercoagulables (embarazo y COVID-19) no podía pasar desapercibida y nos hemos visto inundados de múltiples guías internacionales, todas recomendaciones de expertos, y muchas veces con propuestas diferentes, quedando a nuestro exclusivo criterio clínico la decisión de la conducta a adoptar en cada caso. Es por ello que como grupo consideramos la importancia de realizar un análisis crítico, de manera de ordenar y guiar a nuestros colegas. No obstante todo ha evolucionado tan rápido, donde lo publicado hace unos pocos meses puede haber quedado desactualizado, y es posible que entre el tiempo de elaboración y la publicación de este libro puedan existir cambios en las recomendaciones.?Temas Especiales de Hemostasia y Trombosis en la Mujer. Edición 2021?. ¿Por qué este libro? La respuesta es que al finalizar la lectura, a simple vista podría parecer que no existe un hilo conductor entre todos los capítulos, sin embargo, todos comparten el común denominador de estar estrechamente ligados a la práctica diaria, a la hora de la toma de decisiones a la cabecera del paciente.

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