INVESTIGADORES
SOPRANO MANZO German Flavio
artículos
Título:
Etnografía y política (entre Brasil y Argentina). Nota crítica sobre: “El porqué de los que van. Peronistas y piqueteros en el Gran Buenos Aires (una antropología de la política vivida), de Julieta Quirós. Editorial Antropofagia, Buenos Aires, 2011.
Autor/es:
SOPRANO MANZO, GERMÁN
Revista:
Boletín Bibliográfico Electrónico del Programa Buenos Aires de Historia Política del siglo XX
Editorial:
Programa Buenos Aires de Historia Política del siglo XX
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2012 p. 264 - 268
ISSN:
1851-7099
Resumen:
La formación de antropólogos argentinos en el Museu Nacional carioca comenzó a desarrollarse en la década de 1970, discontinuándose en los años ochenta y cobrando un renovado vigor desde los noventa con jóvenes egresados de universidades argentinas que acudían a concretar sus maestrías y doctorados en antropología social, percibiendo en muchos casos becas del sistema brasileño de ciencia y tecnología (CNPq, CAPES, FINEP u otras agencias). La radicación de antropólogos argentinos en aquel Programa como docentes e investigadores también contribuyó a alentar esa circulación de ideas y personas entre ambos países. Desde comienzos del siglo XXI la impronta brasileña continuó ampliándose y diversificándose conforme se abrieron interlocuciones con otros programas de postgrado y centros de investigación del Brasil, publicaciones especializadas, programas de intercambio entre instituciones argentinas y brasileñas, proyectos de investigación conjuntos o mediante eventos académicos como la Reunión de Antropología del Mercosur (RAM). Esa influencia -que en modo alguno se restringe a los estudios sobre política y políticos- es expresiva de los proyectos intelectuales y político-institucionales de una antropología brasileña que podemos definir como una academia periférica de avanzada. En otras palabras, nuestros vecinos poseen una antropología posicionada en estrecha interlocución con los debates académicos metropolitanos, pero logrando re-significarlos con arreglo a una agenda de temas que delimita problemas y objetos de acuerdo con prioridades locales o nacionales o, más precisamente, colocándolos de cara a los intereses de los liderazgos de las instituciones de la academia brasileña. Sobre la base de esos problemas y objetos priorizados por los colegas brasileros se moldeó también nuestra agenda académica. En torno de esas influencias se fueron: a) delimitando e instalando una selección socialmente legítima de temas sobre la política en la Argentina dignos de ser estudiados; b) consagrando textos, autores y enfoques antropológicos metropolitanos y/o brasileños de referencia inexcusable para el antropólogo que analiza la política; c) definiendo un repertorio de publicaciones brasileñas donde era deseable y necesario publicar para mostrar resultados de las investigaciones etnográficas y demostrar la adhesión a programas antropológicos; d) señalando y ponderando una serie limitada de programas de postgrado del Brasil que constituían la meca a las cuales debían dirigirse los jóvenes graduados argentinos para realizar sus maestrías y doctorados en antropología social; e) y proveyendo expertos brasileños y argentinos en el estudio antropológico de la política para cumplir funciones como docentes y evaluadores de programas de posgrado y como referatos de revistas especializadas en la Argentina. Teniendo en cuenta entonces este sucinto estado de situación relativo a las coordenadas intelectuales e institucionales en las que se inscribió la investigación de Julieta Quirós, vayamos pues sin más preámbulos a los comentarios.