INVESTIGADORES
TATO Maria Ines
congresos y reuniones científicas
Título:
"Del pacifismo a la militancia neutralista. Los católicos argentinos frente a la Primera Guerra Mundial"
Autor/es:
MARÍA INÉS TATO ; PATRICIA FOGELMAN (ED.)
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Simposio; III Simposio Internacional sobre Religiosidad, Cultura y Poder; 2010
Institución organizadora:
Grupo de Estudios sobre Religiosidad y Evangelización (GERE), Instituto de Historia Argentina y Americana ?Dr. Emilio Ravignani?, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires
Resumen:
El estallido de la Primera Guerra Mundial en agosto de 1914 conmocionó a la sociedad argentina, vinculada con Europa por sólidos lazos económicos, culturales y poblacionales. La noticia de la contienda estimuló diversas iniciativas, desde manifestaciones pacifistas hasta actividades solidarias destinadas a recaudar fondos para las víctimas civiles de la guerra, protagonizadas por diversos sectores de la sociedad. En el caso del mundo católico, fueron características las misas y las procesiones a la Basílica de Luján reivindicando la paz.      Más allá de estas expresiones de preocupación por los sucesos de los campos de batalla europeos, en líneas generales el conflicto bélico era percibido como un fenómeno distante, que no constituía para la opinión pública argentina una cuestión de primer orden.     El panorama se modificó sustancialmente en los primeros meses de 1917. En enero los Estados Unidos abandonaron la neutralidad que habían adoptado desde los inicios de la conflagración y rompieron relaciones diplomáticas con el Imperio Alemán, para declararle la guerra poco después. Un episodio similar al que ocasionó esa modificación de la política exterior norteamericana ?el hundimiento de naves de su bandera por submarinos alemanes- involucró a la Argentina en el mes de abril, suscitando las primeras voces cuestionadoras del rumbo diplomático oficial. En septiembre las presiones de Washington sobre el gobierno argentino se intensificaron y fueron canalizadas a través de la difusión de telegramas cifrados alemanes interceptados por los Estados Unidos, que dejaban en una situación incómoda al Poder Ejecutivo Nacional. A consecuencia de esa campaña, la sociedad argentina se polarizó marcadamente entre los partidarios del mantenimiento estricto de la neutralidad ?calificados de germanófilos por sus rivales- y los propiciadores de la ruptura de relaciones diplomáticas con Alemania ?los autodenominados aliadófilos-. Ambas corrientes de la opinión recurrieron a un intenso asociacionismo, a masivas movilizaciones públicas y a fuertes disputas en la prensa a fin de captar el apoyo de la sociedad e incidir en la política exterior del gobierno nacional, presidido por entonces por el radical Hipólito Yrigoyen. Mientras que los rupturistas presentaban un perfil ideológico homogéneo, independientemente de sus disímiles adscripciones partidarias, los neutralistas exhibían en cambio una heterogeneidad constitutiva derivada de la diversidad de motivaciones que fundamentaban su opción por la neutralidad. Entre ellos se contaban los anarquistas y un sector del socialismo, que reivindicaban la solidaridad de clase en detrimento de los conflictos interestatales; el oficialismo radical, que auspiciaba una política exterior independiente del panamericanismo norteamericano; los interesados en preservar intactos los vínculos comerciales con todas las naciones beligerantes; los germanófilos, cuya formación intelectual los identificaba con la causa del Imperio; y los católicos, que adherían al pacifismo y al ecumenismo proclamados por el Papa Benedicto XV, gestor de sucesivas negociaciones fallidas para detener la guerra.Esta ponencia abordará las iniciativas relacionadas con la Gran Guerra acometidas tanto por la Iglesia como por el laicado argentinos, así como sus transformaciones a lo largo de la contienda. Si hasta 1917 en la movilización de los católicos primó de manera excluyente la reivindicación de la paz, por entonces puede percibirse en algunos sectores un involucramiento mayor, manifestado en su vinculación con algunas asociaciones neutralistas que buscaban influir en la opinión pública, como la Liga Patriótica Argentina Pro Neutralidad. Esta vocación activista no fue compartida, sin embargo, de manera unánime por todo el mundo católico. Así, mientras que la Unión Democrática Cristiana se embanderó en una activa campaña de defensa del gobierno nacional, los Círculos de Obreros que respondían a monseñor De Andrea fueron reacios a la militancia neutralista, desnudando las tensiones internas que contemporáneamente dividían a la Iglesia.  A fin de reconstruir el repertorio de actividades, los vínculos con el neutralismo y las querellas internas de los católicos, se relevará como fuente principal el periódico El Pueblo, como asimismo la Revista Eclesiástica del Arzobispado de Buenos Aires y periódicos de circulación masiva.