IIBICRIT   20447
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES BIBLIOGRAFICAS Y CRITICA TEXTUAL
Unidad Ejecutora - UE
capítulos de libros
Título:
El romancero tradicional argentino: interferencias en la definición, la recolección y la puesta por escrito del género
Autor/es:
CHICOTE, GLORIA
Libro:
Romancero: visiones y revisiones
Editorial:
El Colegio de México
Referencias:
Lugar: México; Año: 2008; p. 11 - 27
Resumen:
Al igual que otros géneros poéticos desarrollados en el ámbito de la oralidad, el romancero tuvo poca atención diferenciada en el estudio de la literatura argentina, mientras que por lo general se lo consideró con el conjunto más amplio de la poesía narrativa en verso. Por esta razón lo caractericé en un artículo publicado hace unos años, como una “intuición”, un objeto de estudio evanescente  construido a partir de una búsqueda de analogías con la huella que había imprimido a los estudios romancísticos Ramón Menéndez Pidal y cuyo estudio muchas veces conllevaba una frustración crítico - filológica porque los temas, los textos y los circuitos no se correspondían con lo que se estaba recolectando y sistematizando en España. Inclusive, hasta el extremo de que muchas veces en Argentina, y me atrevo decir que en Latinoamérica, no fueron totalmente funcionales las distinciones pidalianas entre literatura popular y tradicional. Un intercambio de saberes, por momentos confuso, nutrió la literatura tradicional y esta especie de Babel con riesgos constantes de ruptura constituye quizás la marca más distintiva de la génesis de la Argentina moderna y en ella se debe buscar seguramente el punto de partida de los caminos que recorrió a lo largo del Siglo XX. Pero de hecho, en ese momento la mencionada movilidad, esa inestabilidad por momentos caótica, que amenazaba con diluirse antes de permanecer, inquietó a aquellos académicos de formación científico - positivista que empezaron a dirigir su mirada hacia una sociedad tan heterogénea. El desarrollo de estas páginas constituye entonces un intento de ordenar el acercamiento que los denominados “folkloristas”, miembros de las élites letradas, tuvieron hacia este circuito de literatura popular, tomando como eje el romancero.