Naturaleza: Jerarquía, Control y Dominio

PAULA GABRIELA NÚÑEZ

La Plata

Jornada; VII Jornadas de investigación en Filosofía; 2008

Universidad Nacional de la Plata

Este trabajo avanza sobre la situación de las ciencias biológicas a la luz de la forma jerárquica del mundo asumida desde los estudios de la vida, distinguiendo entre diversos tipos de disciplinas, que aún estando vinculadas no se reducen las unas a las otras, como biología evolutiva, genética, ecología, entre otras. Así exploro la historia de las ideas biológicas y los supuestos sobre los cuales se edificó la Gran Escala de los Seres, en sus dos versiones: la presentación aristotélica con las connotaciones sociales específicas del período en que se presenta como el nuevo establecimiento a partir de naturalistas como Charles Bonnet o Linneo, quienes en el siglo XVIII inauguran las formas modernas de estudios biológicos. Desde estos orígenes analizo en la historia disciplinar el modo en que estos supuestos jerárquicos se consolidaron o removieron. Las disputas sobre la evolución o no en las especies presentaron ecos de este problema –sobre todo en el reclamo de Lamark por denominar a los seres inferiores como invertebrados. Aunque al privilegiarse el debate sobre el fijismo el tema de las diferencias y la fundamentación del control se perdieron de vista en la remoción de perspectivas. La biología se fue alejando de la legitimación de los modos de dominio, que se recuperan en otras áreas de estudio, como la medicina y la antropología física, desde las cuales se llega a fundamentar la permanencia del esclavismo con argumentaciones signadas por ecos aristotélicos. En la consolidación de las especialidades biológicas, establecida a fines del siglo XIX, se encuentra que el problema de las jerarquías, explícito en los albores de las reflexiones sobre la vida, se eclipsó en función de la indagación sobre los dinamismos de cambio. En este ocultamiento los supuestos jerárquicos no desaparecieron, y a lo largo del siglo XX las jerarquías, proyectadas en niveles de reconocimiento diferenciado, se establecieron en un orden epistemológico antes que ontológico. En este deslizamiento no sólo permanecieron las jerarquías sino los fundamentos de una utilización del mundo orgánico que nos enfrenta a una situación de creciente emergencia. Desde la indagación en la historia de las ideas biológicas, profundizando en particular las elaboradas desde la ecología, pondré de manifiesto que el ocultamiento resultó eficiente para la permanencia de supuestos de jerarquía, que sirvió como base de legitimación a formas de control y dominio que aún permanecen en la elaboración de conocimiento científico y en las prácticas sociales asociadas.