INIBIOMA   20415
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES EN BIODIVERSIDAD Y MEDIOAMBIENTE
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
CONTRIBUCIÓN DEL CONSUMO DE ALIMENTOS AL CAMBIO CLIMÁTICO: IMPACTOS ALTOS Y CÓMO REDUCIRLOS
Autor/es:
A.D. GONZÁLEZ
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Congreso; III Jornadas del Programa Interdisciplinario de la Universidad de Buenos Aires sobre Cambio Climático; 2011
Institución organizadora:
Universidad de Buenos Aires
Resumen:
En el consumo de alimentos se emite más del 30% de los gases de efecto invernadero (GEI) que contribuyen al cambio climático. En este sector, no sólo impacta el CO2, sino también una diversidad de gases propios de la producción agropecuaria, siendo los más importantes el metano (CH4, en digestión de rumiantes, estiércol, anegamientos), y el óxido nitroso (N2O, por fertilizantes y estiércol). El objetivo de esta investigación fue calcular la energía usada y las emisiones de GEI para la producción y transporte de distintos alimentos. Se utilizó el método de inventario de ciclo de vida, que considera los principales insumos y procesos. Se analizaron 43 ingredientes básicos representativos de distintos grupos nutricionales. Los resultados por kg de producto indican que los alimentos de origen animal requieren significativamente mayor energía y producen mayores emisiones de GEI que los de origen vegetal. El análisis nutricional considerando proteínas conduce a un resultado similar: obtener proteína de fuentes vegetales requiere entre 6 y 10 veces menos energía, y produce emisiones entre 7 y 35 veces menores a las que producen los alimentos de origen animal. Las carnes bovina y ovina son los alimentos con las eficiencias proteicas más bajas. Estos resultados acuerdan con diversos autores. Entonces, un cambio en la forma de alimentarse aparece como la estrategia de mitigación con mayor impacto. Es posible incluir alternativas de origen vegetal a todas las opciones de consumo masivo de productos animales. Esto resultaría en reducciones de energía y GEI entre 30% y 80%, siendo las reducciones mayores con respecto a productos bovinos y ovinos. No se trata de promover un vegetarianismo masivo sino de desplazar el foco de atención alimentaria hacia productos de origen vegetal, y situar a los productos de origen animal como agregados en cantidades moderadas.