¿Por qué la agricultura depende tan poco de polinizadores?

AIZEN, M.A.

Jaca

Taller; Curso de verano "Interacciones bióticas en montaña. su papel en el mantenimiento de la diversidad"; 2011

Universidad de Zaragoza e Instituto Pirenaico de Ecología

El bienestar de la humanidad depende de la cantidad total y estabilidad de la producción agrícola, que está determinado tanto por el rendimiento como por el área total cultivada. El rendimiento se incrementa asintóticamente con los recursos con los que los agricultores subsidian los cultivos así como los provistos por distintos servicios ecosistémicos ambientalmente sensibles. A su vez, un crecimiento desacelerado del rendimiento favorece la conversión de más área a la actividad agrícola, pero con el riesgo de erosionar los servicios que brinda el ecosistema. Con el objetivo de explorar la interdependencia que tiene la producción agrícola y su estabilidad con los servicios ecosistémicos, se presenta y pone a prueba un modelo gráfico de la relación rendimiento-recursos, considerando además su implicancia para comprender la expansión en área de la agricultura. Considerando la polinización animal como un recurso que afecta el rendimiento, este modelo predice que una transferencia limitada de polen reduce el rendimiento y la estabilidad (medida inversamente a través de la variabilidad) de los cultivos con una mayor dependencia de los polinizadores. Datos de la Organización de la Alimentación y la Agricultura (FAO) de las Naciones Unidas para el período 1961-2008 apoyan estas predicciones. Específicamente, cultivos con una mayor dependencia por polinizadores presentaron una media menor y una mayor variabilidad temporal en su rendimiento relativo y en la tasa de crecimiento del rendimiento durante dicho período. Un menor crecimiento en el rendimiento fue compensando por un incremento en el área cultivada. Estos resultados revelan que la limitación por polen restringe el crecimiento del rendimiento de los cultivos dependientes de la polinización animal, decreciendo la estabilidad temporal de la producción agrícola, mientras que impulsa la conversión de más área destinada a la agricultura. Estos hallazgos también explicarían porqué dos terceras partes de la producción agrícola mundial está representada por cultivos que no tienen ninguna dependencia por polinizadores (e.g., trigo, arroz, maíz, etc.). Sin embargo, la acelerada demanda global por cultivos que sí dependen de polinizadores (e.g., frutales y oleaginosas), que se ha generado desde el comienzo de la era de la globalización a principios de la década de los 90, ha incrementado la ya alta tasa de destrucción de hábitat asociada a la expansión de la agricultura polinizador-dependiente. Esta expansión, a su vez, ha puesto en mayor riesgo el servicio de polinización que brindan los remanentes de los ecosistemas naturales y semi-naturales pudiendo en un futuro comprometer aún más el ya bajo rendimiento relativo que exhiben los cultivos dependientes de polinizadores. La mayor variabilidad y menor crecimiento en el rendimiento que presentan los cultivos dependientes de polinizadores son resultados que deberían ser tomados en consideración en el desarrollo de políticas agrícolas y de conservación.