La tesis doctoral: un proceso que deja huella en el sujeto que la escribe

M.C. VALENTINUZZI

Simposio; Simposio Internacional de Estudio de Géneros Textuales X SIGET; 2019

La tesis doctoral es la expresión del trabajo desarrollado durante el doctorado; como tal, puede interpretarse como la manifestación final en la cual se comunican los resultados alcanzados o bien, puede permitirse una mirada más amplia, la que reconoce en el escrito los avances y los aprendizajes logrados por el sujeto. Es decir, puede verse como un proceso complejo con años de desarrollo y no como un mero resultado. Dependerá en parte de quien escribe cuál será la interpretación del otro. Siempre, desde el primer momento, está presente la mirada del otro: del director, de quienes evalúan, de los presentes en el momento de la defensa, de los futuros lectores y también del mismo autor que se sitúa en el lugar del otro, rol que será necesario tomar para ir construyendo el proceso de escritura de manera rigurosa y sometido a la autoevaluación. El proceso de escritura le exige a su autor transmitir los conceptos sobre los que quiere trabajar con la mayor precisión y capacidad de significación posible. Es un proceso porque implica dos órdenes temporales: el tiempo reloj y el tiempo lógico; es por ello fundamental ir llevando un registro desde los comienzos del doctorado de manera tal de facilitar la tarea de escribir el manuscrito final. Debe tenerse en cuenta la importancia del proceso de escritura y no solamente la labor científica desempeñada. Sigmund Freud mencionaba el valor de la escritura: Mis historiales clínicos carecen del severo sello científico y presentan más bien un aspecto literario. De esta manera manifiesta que así como es importante un buen trabajo científico, tanto lo es la forma de comunicarlo. Como todo proceso, la escritura de la tesis supone un cambio en el sujeto; la misma es el reflejo de todo un proceso no únicamente académico, sino personal que deja una huella importante en quien la escribe. Es interesante considerar el planteo de psicoanalistas como Sigmund Freud y Jacques Lacan que señalan que así como es necesario que exista un sujeto para que haya un texto, también puede suponerse que por el texto está el sujeto. Lo escrito mismo, en cuanto se distingue del lenguaje, nos muestra que el lenguaje se interroga desde lo escrito justamente en la medida en que lo escrito no lo es, pero que no se construye, no se fabrica más que por su referencia al lenguaje (Lacan, 1971,2009).