CICTERRA   20351
CENTRO DE INVESTIGACIONES EN CIENCIAS DE LA TIERRA
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Estructuras sedimentarias en los esquistos de la formación Ancasti: Reinterpretación de la evolución tectonotérmica
Autor/es:
BALDO E.,; N. STOESSEL,; J. MURRA; J. DAHLQUIST
Lugar:
Jujy
Reunión:
Congreso; . XVII Congreso Geológico Argentino.; 2008
Resumen:
Los esquistos bandeados de la Formación Ancasti (Aceñolaza et al. 1983), representan una potente secuencia de metasedimentos con edad de depositación post 600-557 Ma, (Rapela et. al. 2007). Estos esquistos ocupan la parte central de la sierra (Fig. 1) y afloran como una secuencia homoclinal plegada de 25 km de espesor. El bandeado composicional es la fábrica dominante y penetrativa a escala regional, y está dado por la alternancia rítmica de niveles oscuros, de 0,5 a 1mm de espesor y muy micáceos (esencialmente biotíticos), que alternan con niveles claros de 5 a 10 mm, ricos en cuarzo y plagioclasa. Esta estructura finamente bandeada ha sido interpretada como el resultado de la migración del cuarzo por un proceso de presión – solución (pressure solution cleavaje), representando así una foliación S2 generada por transposición de la estratificación durante el evento D2 (Toselli et al. 1983, Wilner 1983). Los mismos autores concluyen que la paragénesis metamórfica es sin-deformacional y responsables de la primera homogenización del sistema Rb-Sr a los 524 Ma, y por lo tanto, la foliación S2 y la paragénesis sin-tectónica, serían asignables a la etapa orogénica pampeana. En trabajos recientes sobre estos esquistos, se reconocieron estructuras de origen sedimentario en diferentes sectores de la sierra, y las aquí descriptas corresponden a las del perfil del río “Los Quebrachos”, próximo a la localidad de Yerba Buena (Fig. 1). Estas estructuras se clasifican como estratificación cruzada de tipo cóncava (Fig. 2a). La estratificación cruzada, tiende a ser asintótica a la base del estrato, y es interrumpida bruscamente en la parte superior por el nivel de mayor energía. Los niveles de estratificación cruzados se intercalan con niveles de estratificación paralela. El análisis petrográfico de estas fábricas permite corroborar que los dominios micáceos (niveles oscuros), presentan una textura porfiroblástica con subidioblastos poiquilíticos de biotita (Fig. 2b). Los porfiroblastos no presentan  orientación cristalográfica, pero internamente contienen abundantes inclusiones de pequeño tamaño (< 0,1 mm) que se orientan según una S1 interna (Fig. 2c). Estos porfiroblastos, incluyen además niveles donde se concentran cristales de circones + opacos. Estos son paralelos al bandeado, y se los interpreta como paleoniveles de concentración de minerales pesados (S0). La mayoría de las inclusiones corresponden a pequeños granos de cuarzo (< 0,1 mm), los cuales reflejarían la granulometría limo-arcillosa original del nivel pelítico. Los porfiroblastos de biotita están rodeados por una matriz granoblástica poligonal de Qtz + Pl + Ms (simbología mineral según Kretz 1983), y por dominios lepidoblásticos de muscovita (Fig. 2c). Las  muscovitas orientadas de la matriz (Ms1), rodean a los porfiroblastos de biotita y se corresponden con una foliación sin-metamórfica S2 que forma un ángulo de 20º con la S1 interna. Se reconoce la formación de una nueva muscovita (Ms2) como producto de una segunda blástesis estática. Ésta genera grandes blastos no orientados de este mineral, sobreimpuestos al bandeado composicional y a la foliación S2. Dado que las estructuras primarias de tipo cruzada se alternan con el bandeado paralelo, ambas deben ser interpretadas como estructuras primarias, descartándose por lo tanto a la transposición y migración del cuarzo por disolución por presión (pressure solution cleavaje) como procesos generadores de este bandeado composicional. Sugerimos que el mismo representa la evidencia de una estratificación paralela y rítmica propia de procesos sedimentarios. A partir de estas evidencias, es necesario replantear la evolución tectonotérmica propuesta para los esquistos bandeados de la formación Ancasti. Las relaciones de blástesis-deformación indican que el primer evento deformacional y térmico (D1-M1), fue de muy bajo grado y solo queda registrado en el interior de los porfiroblastos de biotita (y eventualmente granate). La blástesis estática de los porfiroblastos de biotita y de la matriz cuarzo-plagioclásica, representa un evento metamórfico M2 de baja presión. La ausencia de deformaciones importantes durante esta etapa habría favorecido la preservación de las estructuras primarias. El bandeado de los esquistos de la Fm. Ancasti representa entonces la superficie de estratificación (S0), y posteriormente al evento M2, se genera la blástesis sin-tectónica de muscovita orientada según la foliación S2. Esta foliación se corresponde con los planos axiales de los pliegues F1 (N350º/70ºE). La progradación del evento M3 genera paragénesis sin-tectónicas a tardío-tectónicas, con St + And + Crd + Ms (paragénesis equivalentes a las de la secuencia Pirinaica de baja presión, Pattison et al. 1999). La deformación posterior pliega la secuencia en varias etapas pero no desarrolla nuevas paragénesis metamórficas. La segunda blástesis estática (M4) genera una nueva muscovita (Ms2) en láminas no orientadas de 0,5 a 1 cm. La formación de esta nueva muscovita se registra de manera notable en las proximidades de los cuerpos intrusivos de edad Ordovícica, y en las zonas con intensa intrusión de cuerpos pegmatíticos. La retrogradación de baja temperatura forma cloritas según biotita o granate, y la deformación frágil tardía genera una microcrenulación de los porfiroblastos de biotita y de las láminas de muscovita (Ms2).  Mayores estudios geocronológicos y termobarométricos son requeridos para corroborar esta propuesta de evolución tectonotérmica, y su correlación con los ciclos orogénicos Pampeano y Famatiniano.