CICTERRA   20351
CENTRO DE INVESTIGACIONES EN CIENCIAS DE LA TIERRA
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Faja de Cizalla Las Lajas: nuevos aportes al conocimiento de su geología, extremo sur de la Sierra De Comechingones, Córdoba-San Luis
Autor/es:
CRISTOFOLINI, E.; MARTINO, R. D.; OTAMENDI, J.; TIBALDI, A.; ARMAS, P.; BARZOLA, M.; ZAMBRONI, N.
Lugar:
General Roca (Río Negro)
Reunión:
Simposio; 16º Reunión de Tectónica; 2015
Institución organizadora:
Asociación Geológica Argentina
Resumen:
En las estribaciones más australes de la Sierra de Comechingones se expone una estrecha zona de deformación localizada, denominada faja de cizalla Las Lajas (FCLL). La misma fue definida inicialmente por Otamendi et al. (1996) aunque toma estrictamente el nombre de zona de cizalla Las Lajas a partir del aporte de Stuart-Smith y Skirrow (1997). Hasta la actualidad y salvo algunos trabajos que sintetizaron el conocimiento de las zonas de cizalla de las Sierras de Córdoba (Martino 2003 y citas en éste), no ha habido aportes a su conocimiento, siendo esta contribución el primer estudio detallado que muestra la compleja geología que expone.La faja de cizalla Las Lajas (s.s.) se dispone con rumbo NO-SE y con buzamiento dominante del plano general de cizalla de 48º al NE. La faja muestra un ancho variable, desarrollando su potencia máxima de 1,5 km en su segmento austral en proximidades al puesto El Potrero; en tanto que en su segmento norte su potencia es menor, y aparece reducida a escasos filetes de 2,5 m a 50 m. Asimismo, presenta límites transicionales al Este afectando de manera localizada a los ortogneises y metamorfitas paraderivadas del complejo Monte Guazú; y muestra límites netos al Suroeste en contacto con las secuencias del complejo Achiras. Asimismo, el límite Suroeste concuerda con una zona de falla de naturaleza inversa (falla Las Lajas), donde las rocas exhiben una intensa trituración dando lugar al desarrollo de fajas de cataclasitas compuestas por microbrechas y harina de falla. Cabe destacar, que en otros puntos de su límite Oeste la faja también retrabaja a las granitoides del complejo Achiras, generando protomilonitas y milonitas S-C. Si bien la extensión originariamente definida para la faja Las Lajas muestra que no supera los 18 km, iniciando al norte en el faldeo oriental de la Sierra de Comechingones (estancia Boca del Río) y culminando al sur en los afloramientos que circundan a la estancia Las Lajas (Otamendi et al. 1996), cabe indicar que el nuevo mapeo demuestra ampliaciones en sus límites. El extremo sur puede extenderse por unos 11 km más, hasta los últimos asomos del basamento expuestos en el denominado cerro Áspero cercano al paraje Espinillos. En el mencionado cerro, los gneises biotíticos son también transformados a milonitas y esquistos miloníticos, evidenciando el accionar de la faja Las Lajas por lo menos hasta esas latitudes. Del mismo modo, si se observa su límite norte, éste no queda restringido al borde oeste de la Sierra de Comechingones, sino que estudios realizados en la sierra de La Aguada distante 5 km al Oeste del mencionado punto, indican que también allí se expone el accionar de la faja sobre las rocas del basamento. Todo esto lleva a corroborar que esta faja de cizalla, considerada como una pequeña zona de deformación, tiene una extensión considerable por lo menos superior a los 35 km, siendo una característica relevante de la misma. La faja de cizalla Las Lajas (s.s.) esta conformada por milonitas, protomilonitas, ultramilonitas y esquistos miloníticos de paragneises, esquistos, anfibolitas, mármoles, ortogneises graníticos-tonalíticos y leucogranitos. Dentro de la faja de cizalla Las Lajas y en base al cambio textural-paragenético, al grado de retrabajo de los protolitos y al desarrollo de un dominio litológico de rocas miloníticas, se puede delimitar dos segmentos bien diferenciados: 1) el segmento norte con su localidad tipo definida en las canteras Loma Blanca; y 2) el segmento sur con su localidad tipo presente a lo largo de la transecta que lleva desde el puesto El Potrero hasta las canteras Las Vertientes. En el segmento norte, la faja Las Lajas se expresa a modo de intercalaciones menores a 50 m de potencia de protomilonitas de paragneis biotítico y ortogneis tonalítico-granítico, nucleándose en mayor medida en la interfase entre las rocas ortoderivadas-paraderivadas. Estas pequeñas fajas miloníticas pasan en transición hacia el Oeste de su localidad tipo (canteras Loma Blanca) a un dominio ininterrumpido de paragneis biotítico, anfibolita bandeada, mármol dolomítico y profusas intrusiones de leucogranitos. Todo este conjunto litológico se encuentra fuertemente plegado tanto internamente como a escala de cientos de metros, conformando megaplegamientos asimétricos, isoclinales y recumbentes con vergencia oeste. En el segmento norte muchas de las litologías exponen las fábricas, paragénesis de medio a alto grado y relaciones texturales primarias correspondientes a la génesis del basamento, solo advirtiéndose transformados estos parámetros en los sectores donde la tasa de cizalla es máxima y genera milonitas (s.l.). Una particularidad adicional de este segmento, es marcada por la paragénesis que exhiben las milonitas. Aquí las mismas muestran asociación minerales estabilizadas en facies de anfibolita (Bt-Pl-Qtz±Sil) dominante y retrogradadas parcialmente a esquistos verdes (Chl-Bt-Ms-Qtz). Esto, al igual que el grado de retrabajo por el accionar de la cizalla, son observaciones relevantes que soportan la segmentación longitudinal de la faja Las Lajas. Por su parte, en el segmento sur, la faja Las Lajas se muestra en su mayor expresión espacial retrabajando casi totalmente a todas las rocas del basamento, generando secuencias continuas y potentes de milonitas (s.l.) y esquistos miloníticos. Dado que estas secuencias representan de manera estricta a las rocas formadas por el accionar directo de la cizalla de Las Lajas, se realiza a continuación un análisis más detallado de las mismas.Las milonitas (s.l.) y esquistos miloníticos en afloramiento se presentan como tabiques de morfología angulosa a subangulosa, mostrando una coloración que varía de gris ocre, blanquecino hasta verdosa, dependiendo del protolito (gneises, ortogneises-mármoles-granitoides y anfibolitas). En algunos casos afloran a modo de cuerpos lenticulares, aplastados y elongados con su eje mayor orientado NO-SE, aunque mayormente se disponen como bancos continuos angulosos conformados por típicas lajas. De manera generalizada todas las milonitas (s.l.) y esquistos miloníticos exhiben una foliación anastomosada milonítica, que se acentúa en algunos casos adquiriendo un aspecto esquistoso-filítico, con tonalidades ocres-verdes y brillo satinado sobre los planos de foliación. Esta fábrica planar posee una orientación regular de rumbo N 350° a N 10° y un buzamiento > 50° al E. Además, en general las rocas presentan tamaño de grano fino a medio, destacándose ¨ojos¨ elipsoidales de plagioclasa (andesina), mircroclino, granate u hornblenda (según el protolito afectado) cuyo eje mayor se orienta paralelo a la lineación mineral definida por micas (Ms-Bt), cuarzo o tremolita, yaciendo ambos rasgos sobre el plano de la foliación. Dicha lineación mineral se orienta entre N 85º a N 115º, y una inmersión entre 42° y 68° al E. Las milonitas (s.l.) y esquistos miloníticos muestran una matriz granolepidoblástica a granonematoblástica de grano fino (< 0,5 mm) y una esquistosidad milonítica anastosmosada, evidenciada por folias finas y continuas. Comúnmente se observan ribbons de cuarzo que se curvan alrededor de los porfiroclastos, micas en forma de ?pez? con bordes desflecados y pliegues kink. Los porfiroclastos de plagioclasa, microclino, granate, hornblenda y agregados poliminerales son de tamaño variable (< 5 mm). Todos exponen morfologías de tipo sigma, delta y complejas con desarrollo de colas asimétricas. En ocasiones exhiben recristalización dinámica perigranular, texturas de manto-núcleo o están micro-fracturados por tracción con intrusión de la matriz en su interior. Todas las paragénesis de las milonitas (s.l.) y esquistos miloníticos registran dominantemente la facies de esquistos verdes con la coexistencia de Ms+Chl+Bt±Ser; Tr/Act±Hbl±Pl±Ep, Fo+Di+Tr+Fl+Cc+Dol o Ms+Bt+Chl±Ser. El conjunto de indicadores cinemáticos definidos entre las microfábricas de las milonitas (s.l.), reflejan que la faja de Las Lajas se comportó como una zona de cizalla dúctil no coaxial de cinemática inversa, con transporte tectónico del techo al Oeste-Noroeste. Además, la zona de cizalla exhibe una componente de rumbo sinestral dominante en toda su extensión, destacándose una componente dextral localizada. La variación en la componente de rumbo, evidencia en primera instancia una complejidad mayor en la cinemática de la deformación a lo largo de toda la faja, pudiendo estar ligada a movimientos relativos individuales de bloque menores dentro de la zona de deformación.Considerando el contexto de la geología regional y sobre la base de las observaciones petrológicas-estructurales, se confirma que la faja de cizalla Las Lajas es una discontinuidad estructural de escala regional dentro del basamento de Sierra de Comechingones, y representa un límite tectónico local que acomodó el acortamiento orogénico de todo el Paleozoico, provocando el corrimiento de las secuencias cámbricas-ordovícicas del complejo Monte Guazú sobre las secuencias devónicas del complejo Achiras. La edad de la actividad de la faja no se ha resuelto con precisión, aunque la misma hasta la actualidad está definida como pos-Famatiniana, dado que hay estructuras que truncan al granito El Potrero (Complejo Achiras) datado por U/Pb en circones en 382 ±6 Ma (Stuart-Smith y Skirrow 1997) y por lo cual Martino (2003) la agrupa dentro de las fajas contraccionales Achalianas. El avance del conocimiento que se está logrando con su mapeo geológico de detalle surgiere que la faja de cizalla de Las Lajas registra múltiples eventos de deformación, y no se descarta que algunos de estos estadios evolutivos correspondan a las orogénesis Pampeana y/o Famatiniana. La combinación de observaciones y datos de geocronología permitirán resolver con detalle la evolución de la faja de cizalla dentro de su contexto geológico.