INVESTIGADORES
GIAMBIAGI Laura Beatriz
congresos y reuniones científicas
Título:
FORMACIÓN, EVOLUCIÓN E INVERSIÓN DEL DEPOCENTRO ATUEL, CUENCA NEUQUINA, ARGENTINA
Autor/es:
L. GIAMBIAGI, F. BECHIS, V. GARCÍA, S. LANÉS Y M. TUNIK
Lugar:
San Luis
Reunión:
Simposio; Reunión de Tectónica Andina; 2006
Institución organizadora:
Universidad Nacional de San Luis
Resumen:
El depocentro Atuel corresponde a una subcuenca de rumbo NNO-SSE y polaridad al oeste, ubicado en el sector septentrional de la Cuenca Neuquina. El mismo se desarrolló durante un período de importante deformación extensional ocurrido entre el Triásico Tardío y el Jurásico Temprano. Los sedimentos que rellenaron el depocentro corresponden a depósitos marinos y continentales de edad pre-rhaetiana – toarciana, que han sido agrupados bajo las formaciones Arroyo Malo, El Freno, Puesto Araya y Tres Esquinas. Las mejores exposiciones de este relleno se encuentran en el márgen norte del río Atuel, al oeste de la localidad de El Sosneado, dentro del ámbito de la faja plegada y corrida Malargüe. A partir de la integración de datos estratigráficos preexistentes con el análisis de las estructuras relacionadas a la etapa de rift, se pudo establecer que el depocentro Atuel estuvo caracterizado por dos fallas normales principales, las fallas Alumbre y La Manga. Estas estructuras, de rumbo NNO e inclinación al oeste, fueron responsables de la evolución extensional del depocentro. La falla La Manga corresponde al límite oriental de los depóstios de synrift y habría controlado el desarrollo del hemigraben Río Blanco, completamente emergido. La falla Alumbre está ubicada unos 20 km al oeste y habría dividido al hemigraben Río Blanco del hemigraben Arroyo Malo, éste completamente sumergido. Dentro de estos hemi-grábenes habría existido una distribución bimodal de fallas normales coetáneas, de rumbo NNE y NNO. El modelo estructural propuesto para la apertura del depocentro postula que el grano estructural del basamento en combinación con la dirección local de esfuerzos extensionales, ejercieron un control de primer orden en el desarrollo de la subcuenca. La misma habría sufrido al menos tres episodios extensionales durante el Triásico tardío al Jurásico temprano. El primer episodio abarcó el lapso pre-rhaetiano (?) a Hettangiano Medio, y quedaría registrado por el movimiento de las fallas Alumbre y La Manga, cuya orientación NNO habría estado controlada por anisotropías previas del basamento. Durante el segundo episodio de rift, ocurrido entre el Hettangiano Medio y el Hettangiano Tardío Medio, se continuaron moviendo las fallas Alumbre y La Manga y se habría comenzado a desarrollar la falla El Freno de rumbo NNE, como lo indican las discordancias angulares asociadas, y las fallas de acomodación de rumbo ONO. El tercer evento habría comenzado con un fuerte descenso relativo del nivel del mar, ocurrido durante el Hettangiano Tardío Medio, asociado al último movimiento de la falla El Freno y a la desactivación de la falla Alumbre.             Durante la deformación compresiva ándica, el depocentro Atuel fue invertido totalmente e incorporado dentro de la faja plegada y corrida Malargüe entre el Mioceno Medio y el Mioceno Tardío (15 a 7 Ma), con reactivaciones durante el Pleistoceno. Las evidencias estructurales indican que las fallas normales han sufrido un importante grado de inversión, que junto a la presencia de fallas de corte en el basamento, habría generado un importante acortamiento que fue transferido hacia la cobertura sedimentaria. La secuencia de inversión tectónica habría sido desde la falla maestra La Manga, que habría sido la primera en invertirse, hacia el retropaís con la inversión de la falla El Freno y posteriormente la falla Alumbre.