INVESTIGADORES
ANGIORAMA Carlos Ignacio
congresos y reuniones científicas
Título:
Arte rupestre en la Puna Jujeña: nuevos hallazgos en el sector sur de la Cuenca de Pozuelos (Argentina)
Autor/es:
CARLOS I. ANGIORAMA
Lugar:
Arica
Reunión:
Simposio; VII Simposio Internacional de Arte Rupestre; 2006
Resumen:
A pesar del avance de las investigaciones ocurrido en los últimos años, la arqueología de enormes porciones del altiplano jujeño aún perdura prácticamente desconocida. Una de estas porciones es la cuenca sur de Pozuelos. Allí iniciamos en 2004 nuestras investigaciones con el objetivo último de entender el rol desempeñado por las comunidades agropastoras del lugar en el tráfico prehispánico interregional y las transformaciones ocurridas a lo largo del tiempo. De este sector del altiplano de unos 20 x 30 km, tan sólo el Pucará de Rinconada, localizado en uno de los márgenes del área, había sido objeto de investigaciones arqueológicas previas (Alfaro y Suetta 1970; Ambrosetti 1902; Boman 1992 [1908]; Ruiz 1996; Ruiz y Albeck 1997; Suetta y Alfaro 1979). Sin embargo, a pesar de que casi nada se sabe acerca de su historia prehispánica, hay ciertos elementos que la convierten en un área particularmente interesante para evaluar diversos aspectos vinculados con procesos de interacción regional.                 Por un lado, existen referencias de antiguos caminos que atraviesan el área de este a oeste, permitiendo transitar sin dificultades desde el borde oriental de la Puna Jujeña hasta su extremo occidental (y de allí a Atacama), a través de un área rica en recursos naturales básicos (agua potable, pasturas, etc.). La toponimia del lugar refleja aún la existencia de elementos asociados a estas antiguas rutas, como por ejemplo puestos de descanso para personas en tránsito (Jara Lomas, en el borde occidental de nuestra área), ritualidades características de los caravaneros prehispánicos (Lomas Hualcayoc, en el borde occidental del área, Cerro Hualcayoc, en el borde oriental), elementos incaicos (Río Tambos y Cerro Inca, en el borde oriental).                 Por otro lado, en las áreas inmediatamente circundantes se han hallado variados indicadores de la integración de este sector del altiplano a varios circuitos de interacción regional, en distintos momentos de su historia. Algunos ejemplos de estos indicadores son (1) la estructura escalonada localizada en el sector más elevado de Agua Caliente de Rachaite (también conocido como Doncellas), que ha sido señalada en reiteradas oportunidades como evidencia de cierta vinculación de los pobladores locales con Tiwanaku (Alfaro 1988; Alfaro y Suetta 1976; Ottonello 1973), y, sobre todo, los dos vasos metálicos de tipo kero hallados en la zona de Doncellas, de indudable filiación Tiwanaku (Rolandi 1974); (2) la cerámica Mallku-Hedionda, característica de Nor Lípez, hallada en Mayo Punku, un sitio aparentemente asociado al tráfico de caravanas localizado al oeste de la Laguna de Pozuelos (Mamaní 1998); (3) la arquitectura incaica hallada en asentamientos como el Pucará de Rinconada y Queta, emplazados inmediatamente al norte y al sur respectivamente de nuestra área de estudio, vinculados entre ellos por un ramal del camino imperial (Raffino 1981, 1988; Raffino et al. 1986).                 Pero además, el área en estudio es rica en minerales metalíferos, un recurso que ejerció un gran atractivo para las antiguas poblaciones asentadas a ambos lados de los Andes. De entre los productos que circularon por la Subárea Circumpuneña, los minerales metalíferos, junto a otros elementos vinculados con la producción de objetos metálicos (como lingotes, preformas y piezas terminadas), parecen haber alcanzado una importancia singular (Angiorama 2001, 2002, 2003; Nielsen 2003; Núñez 1987, 1999). En este sentido, el área es el único sector del extremo noroccidental argentino en el que se localizan fuentes de los cuatro metales utilizados en la región durante tiempos prehispánicos (cobre, estaño, oro y plata), todos ellos accesibles mediante las técnicas extractivas empleadas comúnmente en aquella época. Estudios recientes sugieren que precisamente éste podría haber sido el lugar de origen de gran parte del estaño (y tal vez del oro) traficado por la región y procesado en la Quebrada de Humahuaca y Atacama en tiempos prehispánicos (Angiorama 2002; 2003). Pero además, casi la totalidad de las escasas evidencias de producción metalúrgica prehispánicas conocidas para la Puna jujeña se concentran en las márgenes del área de estudio: (1) una enorme cantidad de antiguos pozos y socavones mineros, productos de una extracción de oro intensiva (Boman 1992 [1908]); (2) un horno de fundición asociado a cerámica tardía local (Rodríguez Orrego 1986); y (3) al menos dos asentamientos aparentemente asociados directamente a los recursos minerales de la zona: Puerta de Rinconada (Mamaní 1998; Raffino 1978) y Pucará de Rinconada (Raffino 1978).                 Los trabajos de campo realizados hasta el momento en el sector sur de la Cuenca de Pozuelos nos permitieron detectar 12 sitios arqueológicos con arte rupestre no publicados en la literatura arqueológica regional. En este trabajo presentamos los hallazgos efectuados proponiendo, además, una primera diacronización de las escenas y motivos representados.