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Graomys griseoflavus es un roedor filotino con un marcado polimorfismo autosómico robertsoniano. Hasta el momento se han descrito los cariomorfos 2n=42, 41, 38, 37, 36, 35 y 34 proponiéndose una vía de diferenciación cromosómica producto de cuatro fusiones robertsonianas. Datos citogenéticos, moleculares y de cruzamientos en bioterio sugieren al 2n=42 como cariomorfo ancestral a partir del cual derivaron dos líneas: una produciendo individuos 2n=41 en muy baja frecuencia y la otra especímenes 2n=38. A partir de estos últimos en una secuencia decreciente no al azar, aparecieron los cariomorfos 2n=37-34.El estudio del ADN mitocondrial ha esclarecido la diversificación de grupos de roedores sudamericanos taxonómicamente complejos. El ADN mitocondrial no sufre recombinación y su estudio permite una comprensión más clara de los patrones evolutivos. Para establecer de un modo más preciso la divergencia de Graomys griseoflavus, se secuenció un fragmento de 400 pb del gen del citocromo b de todos los cariomorfos, provenientes de distintas localidades de Argentina. La comparación de secuencias de los animales 2n=39-34 muestra homologías del 97%. Al comparar las secuencias de 5 individuos 2n=42, se encontró en cuatro de ellos una homología del 96% y en el restante un 86%. Asimismo la homología entre este último y el grupo 2n=38-34 fue del 96%. La comparación de las secuencias obtenidas de G. griseoflavus con las de Eligmodontia typus y Phyllotis xanthopygus, mostró un 85% de honología para todos los cariomorfos de Graomys.El hallazgo de un ejepmlar 2n=42 con un 96% de homología con el complejo 2n=38-34, estaría señalando aquellos individuos ancestrales que originaron al grupo 2n=38-34. Los resultados muestran una clara diferenciación entre los cariomorfos 2n=42 y los del complejo 2n=38-34, reforzando la idea de que una evolución cariotípica separada está ocurriendo entre ambos grupos, probablemente determinando un proceso especiogénico.

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