INVESTIGADORES
MIE Fabian Gustavo
congresos y reuniones científicas
Título:
¿HAY UNA TEORIA ARISTOTELICA DE LA MATERIA PRIMA? CONTINUIDAD Y CAMBIO ELEMENTAL EN EL DE GENERATIONE ET CORRUPTIONE
Autor/es:
FABIAN MIE
Lugar:
LA FALDA, CBA.
Reunión:
Jornada; XVI JORNADAS DE EPISTEMOLOGIA E HISTORIA DE LA CIENCIA; 2005
Institución organizadora:
UNIVERSIDAD NACIONAL DE CORDOBA
Resumen:
  Entre los conceptos de la metafísica clásica más severamente impugnados por la filosofía y la ciencia modernas se cuenta el de materia prima. Tradicionalmente asociada a la física de Aristóteles, esa noción no encaja bien en recientes versiones del esencialismo aristotélico que destacan una concepción funcional y dinámica de la materia en la metafísica madura del estagirita. Según estas interpretaciones, la materia aristotélica guardaría una relación de identidad funcional con la forma de un compuesto, que implicaría que la materia posee ciertas estructuras necesarias de organización que la hacen capaz de desempeñar las funciones específicas del organismo que compone. Una materia pasiva, puramente potencial e independiente de la forma parece, así, arrojada fuera de los compuestos superiores del universo aristotélico. Pero ¿qué sucede en el nivel inferior del mismo universo?, ¿hay una materia prima por debajo de los elementos?, ¿supone el cambio elemental la existencia de una materia prima o es necesario suponer su existencia para explicar adecuadamente el cambio entre los cuatro elementos? La interpretación tradicional de esta cuestión –que probablemente se remonta a Juán Filópono y que constituye la ortodoxia contemporánea (Clemens Baeumker, Harold H. Joachim, Ingemar Düring, Friedrich Solmsen, Montgomery Furth, entre otros)– sostiene que la materia prima representa el factor que asegura la continuidad en el cambio elemental; precisamente, una continuidad horizontal que Aristóteles habría intentado preservar frente al riesgo de caer en un modelo del cambio del mero reemplazo que nos expone a la dificultad principal de tener que explicar el cambio como un proceso de surgimiento de algo a partir de nada. Sin embargo, como lo ha sostenido Mary Louise Gill (Aristotle on Substance, Princeton, 1989, cap. 2) esa teoría de la materia prima –entendida ésta como un sustrato último puramente potencial que no existe nunca separado ni independiente– no encuentra apoyo alguno en el corpus aristotelicum, y además representa una teoría conceptualmente contradictoria con tesis centrales de la física aristotélica. En esta ponencia me propongo discutir y defender esta última tesis. Acepto en líneas generales la interpretación de Gill, aunque haré aquí algunas consideraciones complementarias a las que hace la autora, introduciendo así algunos nuevos aspectos en la discusión del tema. Para ello, comenzaré aclarando brevemente el uso que tiene la expresión griega correspondiente a la tradicional materia prima (próte hýle), a fin de señalar que el sentido aristotélico regular es opuesto al que se supone tradicionalmente. Pero principalmente trataré la teoría del cambio de los elementos en el De generatione et corruptione (GC), en varios de cuyos pasajes los defensores de la materia prima creyeron encontrar una entidad de tal tipo. Reconstruiré para ello textos como GC I 3, I 4, algo de I 5, I 10, II 2 y II 5. Comenzaré, entonces, discutiendo aspectos generales de la teoría del cambio, concentrándome en el cambio sustancial, para llegar a demostrar que la generación de los elementos no puede presuponer la materia prima, y que dicha generación se explica adecuadamente como un intercambio regulado de cualidades opuestas. Entre las tesis aristotélicas que voy a tratar de explicar se hallan las siguientes: (1)   La generación o cambio sustancial no puede tener lugar a partir de una materia puramente potencial ya que ella no explicaría la continuidad específica que requiere tal tipo de cambio. (2)   Admitir la materia prima llevaría a la inconsistencia de convertir el cambio sustancial de los elementos en un cambio cualitativo o alteración, caracterizado por la persistencia de un sustrato idéntico. (3)   La admisión de la materia prima no se ve favorecida por el rechazo aristotélico de un espacio separado sin magnitud (algo similar al vacío) que no resulta necesario ni explicativamente adecuado suponer en la teoría del crecimiento o incremento en la magnitud de los cuerpos. (4)   La interacción entre los opuestos cualitativos que componen los elementos contempla la continuidad en el cambio y permite explicar adecuadamente la generación necesaria de cierto elemento a partir de otro. Esta última tesis plantea dificultades acerca de la composición de los elementos, el estatus de los opuestos y el mecanismo del cambio que intentaré también considerar.     Abstract abreviado:   La noción de materia prima ha estado tradicionalmente asociada a la física de Aristóteles. Recientes versiones del esencialismo aristotélico destacan, en contrario, una concepción funcional y dinámica de la materia en la metafísica madura del estagirita. Pero ¿qué sucede en el nivel inferior del mismo universo?, ¿hay una materia prima por debajo de los elementos? Aquí trataré la teoría del cambio de los elementos en el De generatione et corruptione, defendiendo que la hipótesis de la materia prima es contradictoria con el cambio sustancial y que los distintos mecanismos de cambio entre las cualidades opuestas aseguran la continuidad y explican el cambio necesario entre los elementos.