Escritura testimonial: cuentos de guerra y metáforas de la nueva narrativa argentina

NOFAL, ROSSANA

Vertientes de la contemporaneidad. Géneros híbridos y nuevas subjetividades en la literatura latinoamericana

EUNSA

Lugar: SALTA; Año: 2015;

Al momento de pensar en términos de un trayecto crítico, el género testimonial se presenta, en la narrativa argentina de la década de los ?80 como un modo discursivo para inscribir las memorias traumáticas. Con una retórica propia, la figura del testigo se instala en el centro de la escena y desplaza las posibilidades literarias de su relato. Nada puede ensombrecer la voluntad de verdad absoluta que se construye en cada testimonio imaginado como un protocolo de investigación. Frente al género del ?non fiction? norteamericano delimitado por Truman Capote, los cultores del género en Argentina incorporan la variable de militancia para organizar el relato de los hechos. El relato hegemónico es sin duda el libro de Miguel Bonasso, Recuerdo de la muerte . Se trata del primer libro que nombra los centros clandestinos de la Esma y Funes y construye los testimonios de los sobrevivientes, incluso antes de sus palabras directas. Bonasso funda un género particular de la literatura argentina: la novela testimonial, narrativa conflictiva en la que conviven la ficción y el testimonio con gestos dudosos y contradictorios. El relato se organiza a partir de una primera persona muy próxima al centro autorial e ilumina la figura del militante montonero cuyas memorias ocupan la totalidad del campo escriturario. En cuanto a su estética, sigue los lineamientos clásicos de la novela realista decimonónica y construye un narrador omnisciente en tercera persona . El personaje principal Jaime Dri, modelado según las virtudes del militante ideal, se construye con enunciados próximos al lugar de autor. Bonasso se representa como un personaje secundario, testigo privilegiado de los rincones secretos de la trama. La persona de la crónica real de los hechos se convierte en personaje de un relato testimonial. El discurso de la memoria convertido en testimonio adopta formas románticas o realistas para fortalecer la credibilidad del narrador y la veracidad de su historia. Una de las marcas más importantes de esta nueva narrativa es el desplazamiento desde la centralidad de la trama hacia la centralidad del personaje. En los primeros testimonios con una fuerte impronta latinoamericana pautada por el testimonio canónico se vuelve central la verosimilitud como estrategia narrativa para contar la verdad de los hechos y la violencia de una sinrazón (Nofal, 2002). La incorporación de la figura del letrado en el género testimonial argentino al momento de denuncia el delito de un Estado reorganiza el protocolo inicial del género. La figura del intelectual que da cuenta de su propia historia anclada en el conflicto y la contradicción del sobreviviente reconfigura las claves ideológicas y discursivas del género. El género testimonial en Argentina ha avanzado hacia una condición de prueba jurídica en los Juicios contra los Represores. En la memoria literaria, el testimonio ha desarrollado un espacio con espesor propio; desde las representaciones literales de la tortura y la experiencia concentracionaria de las víctimas hasta sus flexiones metafóricas contemporáneas, el género ha formalizado sus protocolos en torno a las ideas de memoria y transmisión y al tema del héroe en relación a sus personajes.