Dirigir el azar. Iglesia católica, evolucionismo y eugenesia en Argentina

VALLEJO, GUSTAVO; MIRANDA, MARISA

Yammerschuner. Darwin y la darwinización de Europa y América Latina

Doce Calles

Lugar: Madrid; Año: 2014; p. 327 - 344

Sabido es que entre las teorías biológicas modernas, el darwinismo proporcionó nuevos insumos para pensar la ciencia y también suscitó no pocos intentos de proyectar una función modélica a sociedades altamente convulsionadas. Así, en el giro del siglo XIX al XX, alentó distintas reinterpretaciones que más allá del mayor o menor grado de afinidad que tuvieran con el sentido buscado por el autor del "Origen de las Especies" condujeron a nuevas teorías tendientes a articular lo biológico y lo social. Entre ellas ocupó un lugar destacado la eugenesia (literalmente la ciencia de la buena raza al decir de su creador, Francis Galton), formulación científica que cabe situar entre las derivaciones atribuibles al evolucionismo darwiniano. Aun cuando resulte excesivamente simplificado establecer la relación de causalidad, porque la eugenesia no necesariamente debe ser entendida como una consecuencia del darwinismo, sí puede convenirse en que una teoría sucedió a la otra y más aún, aquélla requirió a ésta como condición de posibilidad. Así, la eugenesia en tanto ciencia pudo plasmarse sólo a partir del sustrato creado por cierto sentido común generalizado (dentro y fuera de la ciencia) que se desplegó en torno al darwinismo. Por otra parte, no parece complicado advertir, dentro de la vasta y tortuosa relación entablada entre saber dogmático y saber experimental, cuestiones que inducen a pensar en un carácter refractario de la Iglesia Católica a toda innovación, que se vio exacerbado en el fragor de las disputas mantenidas precisamente con el darwinismo. De este modo, las reacciones ante el evolucionismo en su conjunto no habrían escapado al aserto que indica que los tiempos de la Iglesia no son los de novedosas investigaciones terrenales, imponiéndose ante éstas una excesiva cautela, cuando no un rechazo rotundo. Sin embargo, esas interacciones no siempre fueron tan lineales, sino que involucraron situaciones complejas como las que focalizaremos aquí en torno a la forma en que la Iglesia Católica participó en la recepción del evolucionismo y de la eugenesia durante la primera mitad del siglo XX.