INVESTIGADORES
VALLEJO Gustavo Gabriel
capítulos de libros
Título:
Iglesia, eugenesia y control de la moral sexual. Apuntes para una historia del onanismo en la Argentina
Autor/es:
MIRANDA, MARISA; GUSTAVO VALLEJO
Libro:
Historia de la sexualidad y la moral sexual en la Argentina
Editorial:
Biblos
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2015; p. 251 - 272
Resumen:
Si bien la palabra onanismo tiene su origen en el acto sexual interrumpido (coitus interruptus) que habría practicado el personaje bíblico Onán con la viuda de su hermano, también fue (y es) considerada como sinónimo de masturbación, es decir, autoestimulación de los órganos genitales o de zonas erógenas con la mano o por otro medio para proporcionar goce sexual. Ahora bien, más allá de cierta polisemia del término, el acto onanista en cualquiera de sus acepciones motivó en Occidente el despliegue de diversas formas de coacción para impugnarlo, las cuales llegaron a expandirse desde la esfera íntima confesional al plano de la humillante denuncia pública. Igualmente, dentro de la larga duración en la que se inscribe esta problemática, existió un momento crucial que podemos situar en torno a la publicación de la emblemática obra de Samuel-Auguste Tissot, 1760, cuyo marco interpretativo se extendería en el tiempo generando sucesivas reelaboraciones. La novedad que introducía Tissot en su obra consistía en el desplazamiento de la criminalidad del acto onanista a su patologización, siendo entendido, a partir de entonces, como una enfermedad vinculada al desgaste originado por la pérdida excesiva del humor seminal. Sería la medicina -y no el derecho- quien debía ocuparse de combatirlo.Ya en plena era del progreso, la mirada médica no tardaría en integrar la patologización del cuerpo individual afectado por este tipo de ?excesos?, a una metáfora orgánica que, a tono con el auge del positivismo finisecular, alcanzaría también al cuerpo social. Para la sociedad burguesa, la necesidad de ahorro seminal revelaba y a su vez era parte de una vasta retícula normalizadora que definió los alcances de la moral en una directa vinculación con el buen uso que se le daba a la energía. Ya sea que se tratara de la proveniente del carbón y el petróleo, o bien del alimento y la sexualidad, la moral estaba allí donde los excesos del cuerpo individual o social constituían una amenaza para el desarrollo del sistema capitalista. Desde fines del siglo XIX, estas consideraciones impregnaron un discurso de propagación internacional que fue recepcionado particularmente en países como la Argentina, donde la moral religiosa era reforzada por una moral liberal republicana encargada de hacer de la familia un ancla sustancial.