INVESTIGADORES
JEREZ Victor Omar
libros
Título:
Azúcar, Migración e Identidad. Procesos de urbanización en la frontera boliviano-argentina
Autor/es:
JEREZ, OMAR
Editorial:
Ediciones DASS,Universidad Católica de Santiago del Estero
Referencias:
Lugar: San Salvador de Jujuy; Año: 2009 p. 165
ISSN:
978-987-24489-5-0
Resumen:
Azúcar, Migración e Identidad. Procesos de urbanización en la frontera boliviano-argentina. Omar Jerez Resumen     El proceso de urbanización en Bermejo es relativamente reciente, se inició con la industria del petróleo a principios del siglo XX, se incrementó con el desarrollo de la industria azucarera -en los años 70- y se complejizó con el comercio de frontera, a partir de 1985, transformando a la ciudad en un importante centro de consumo. Esta ciudad es producto de múltiples factores económicos que la marcaron en distintas etapas. Primeramente fue un cantón, un asentamiento en la zona rural; el conglomerado urbano se fue conformando con el tiempo, por la llegada de población relacionada con la explotación del petróleo, entre finales del siglo XIX y principios del XX. Este primer eje dinamizador, si bien fue importante en el proceso de esta industria en Bolivia,  no explica por sí sólo el crecimiento de la ciudad y su posterior expansión. Aparece acá el segundo eje que le da un nuevo vigor a  Bermejo: el azúcar. La producción azucarera (en sus comienzos una pequeña fábrica y una estructura de unidad productiva basada especialmente en pequeños cañeros), le dio mayor dinamismo a la ciudad, tanto en su composición demográfica como en su desarrollo económico. La consolidación de la industria azucarera en Bermejo estuvo fuertemente vinculada con las consecuencias del proceso de mecanización de su par en las provincias de Jujuy y Salta, pues muchos de los trabajadores que migraban a las zafras argentinas, en su regreso a Bolivia, comenzaron a afincarse en Bermejo. A partir de la inauguración del camino que une Bermejo con Tarija, a fines de 1950, la ciudad se constituyó en un importante polo de convergencia de distintos grupos conformados por campesinos, mineros, y pobladores provenientes de las tierras altas bolivianas, especialmente de los departamentos de Potosí, Tarija y Chuquisaca. En los ?60, se asfaltaron las rutas en el lado argentino lo que acentuó el flujo migratorio entre ambos países. Finalmente, el comercio como tercer eje dinamizador, le dio a la ciudad su actual forma. Bermejo se constituyó a partir de la sanción del Decreto Supremo 21060, en un importante centro comercial de la región. El retiro de subsidios a las empresas mineras de las tierras altoandinas provocó que campesinos y mineros buscaran una alternativa para su supervivencia  en otros lugares. Así es que llegan a la frontera a "comerciar" productos de diversa índole: bollos y buñuelos caseros, ropa de fabricación o procedencia de cualquier parte del mundo, electrodomésticos japoneses, elementos suntuarios de la cultura popular, perfume francés, ropa tailandesa, etc. Estos ex-mineros y ex-campesinos se transformaron en pequeños comerciantes minoristas, adquiriendo la mercadería en diferentes puntos, especialmente desde las ciudades de La Paz y Santa Cruz. Desde la perspectiva del Estado esta es una tierra nueva, comparada con las tierras altas, que fueron las dinamizadoras de la economía boliviana, a través de la minería. Bermejo constituyó una región económica más periférica, que fue adquiriendo forma con el petróleo y con el azúcar, en el intento de diversificación de la economía boliviana. El avance sobre la frontera interna implicó también la incorporación de tierras nuevas, que desde la perspectiva de la conformación del Estado nacional boliviano se integran más tardíamente. La problemática sobre la frontera interna en la región es relativamente reciente. En este contexto, las problemáticas identitarias adquieren mayor sentido y se explican por esta cuestión de frontera interna, sumado a ello la influencia de inmigrantes de otras zonas de Bolivia, especialmente los coyas, que llegaron atraídos por los ejes dinamizadores, especialmente el azúcar y el comercio. Hoy, Bermejo es una ciudad que se expande velozmente. La rápida urbanización ya comenzó a mostrar sus consecuencias. Su periferia se enfrenta a los dilemas de la improvisación institucional, pues siente la falta de planificación por parte del Estado. Sin embargo ese no es el mayor problema al cual debe enfrentarse, quizás el mayor debate deba darse en el sentido de entender su historia. Sus habitantes, hoy, evocan su pasado, proyectan su futuro, en un entramado de signi­ficaciones donde los discursos cobran sentido para unos y son estigmas para otros.