La especificidad regeneracionista del populismo

GERARDO ABOY CARLÉS

Santiago de Chile

Congreso; 8º Congreso Chileno de Ciencia Política "Pensemos la Democracia"; 2006

Asociación Chilena de Ciencia Política

Este trabajo es una crítica a aquellos desarrollos teóricos que, basados en una interpretación particular que abreva en la contribución de la obra de Rancière, identifican al populismo con una inclusión radical de lo irrepresentable. Nuestra caracterización de los populismos como forma particular de las identidades regeneracionistas nos lleva a criticar tanto  algunos aspectos de la perspectiva de Laclau, como de la de su discípulo Sebastán Barros. Aquellos que no eran admitidos en el espacio comunitario lejos estaban de ser innominados: estigmatizados como “cabecitas negras”, “rotos” o “cholos”, representaban ese exterior frente al cual el propio estatuto de una “ciudadanía decente” podía definirse. Así, la nominación de aquello que era excluido con antelación a la ampliación de los sistemas políticos demuestra cuan lejos estaba ese “otro” de carecer de algún tipo de inscripción simbólica. Sea ello a través del estigma o sea mediante la atribución profética de una tarea de redención política, que acabaría con la impostura de sistemas políticos restringidos, ese otro suponía paradójicamente la presencia de una ausencia. Pensar que el populismo supone la irrupción de un heterogéneo externo y radical sin ningún tipo de inscripción en el campo de representación no puede explicarnos frente a qué el precario espacio comunitario fijaría sus límites; supone en definitiva que podríamos prescindir de un point de capiton convirtiendo a la política en un universo psicótico.