Literatura negra y dictadura

FLORENCIA GARRAMUÑO

TODAVIA

Lugar: Buenos Aires; Año: 2003 p. 38 - 42

1516-4497

Unos meses después de llegado a las librerías, Feliz Ano Novo (1975), de Rubem Fonseca, es capturado por la censura y retirado de circulación. A  pesar de lo que se pudiera prever -dado que se trata de la intervención de un régimen dictatorial- la razón para censurar el libro de Fonseca no es una razón política, sino moral. El libro, según el ministro de justicia Armando Falcão, ?exterioriza materia contraria a la moral y a las buenas costumbres?. De hecho, otros libros más políticos en un sentido tradicional son eximidos de la censura, como el caso por ejemplo de Em Liberdade (1981), una novela de Silviano Santiago que en clave reconocida por todos narra la tortura y asesinato del periodista brasileño Wladimir Herzog. ¿Por qué lo ?amoral? no y ?a veces- lo político sí? ¿Qué tiene que ver la moral con la dictadura? ¿Por qué los regímenes autoritarios se escudaron en la moralidad para atacar a escritores, militantes y artistas, no siempre por sus posiciones políticas, sino a menudo por sus posiciones ?morales?? ¿A qué se debe la subsunción de la moralidad en la política?