Naturaleza de los virus

MARÍA GABRIELA PAGLINI; PEDRO IGNACIO GIL; SEVERO PAGLINI

Virología Médica In Vivo

Brujas

Lugar: Córdoba; Año: 2013; p. 55 - 63

?A los virus no hay que tenerles miedo sino respeto?. Estas palabras del Dr. José María Vanella hacen referencia a la actitud del operador al trabajar con virus. Se deben observar estrictamente las normas de bioseguridad. El lavado frecuente de las manos con jabón, por más que se haya trabajado con guantes, es una norma que debe cumplirse siempre. GENERALIDADES Los virus (del latín ?venom? que significa veneno) son agentes infecciosos microscópicos que sólo pueden multiplicarse dentro de células. Infectan todos los tipos de organismos, desde animales y plantas hasta bacterias, y se hallan en casi todos los ecosistemas de la tierra constituyendo el tipo de entidad biológica más abundante. Se denomina virus a la población donde están presentes viriones de distintos tamaños y formas. Virión es la unidad anatómica y funcionalmente competente. Hay varios conceptos o definiciones en relación a los virus: agentes, microorganismos, microbios, etc. La que consideramos más acertada es la que define a los virus como una organización biológica, extremadamente pequeña, infecciosa y potencialmente patógena, que parasita células procariotas o eucariotas. Los virus son extremadamente pequeños, ya que solamente se los puede visualizar con un microscopio electrónico. El tamaño varía normalmente entre 20 y 200 nm (1 nm es 1 x 10-9 m, es decir, la milmillonésima parte de un metro). Actualmente, y a partir del aislamiento en aguas termales y de amebas presentes en torres de enfriamiento, se encontraron los llamados ?virus gigantes?, que pueden medir 400 nm de diámetro. Por lo tanto, el rango de tamaños se ha ampliado y algunos virus pueden ser visualizarlos con microscopios ópticos de alta resolución. Estos virus también son capaces de producir infección, la cual a veces culmina en noxa (noxa significa daño y se denomina noxa a los virus que producen alguna enfermedad). Los virus se caracterizan por ser parásitos obligados de las células. A diferencia de las bacterias, hongos y de las células eucariotas, los virus no son capaces de dividirse y crecer por sí mismos. Carecen de sistema energético, maquinaria biosintética (ribosomas, enzimas, etc.), lo cual significa que los virus no poseen autonomía para su multiplicación, pero su material genético contiene la información suficiente para su replicación, a lo que se debe agregar, la presencia de enzimas involucradas en la transcripción del genoma viral. Sus carencias son suplidas por la célula que infectan; de allí el concepto de parasitismo celular obligado para su subsistencia en la naturaleza. Es importante destacar que no todos los virus son patógenos, es decir, que no todos son capaces de producir enfermedad en un hospedador susceptible (humano, animal, vegetal, etc.).