Análisis Flexural en el Macizo Norpatagónico, Patagonia Argentina.

LINCE KLINGER, FEDERICO; MARTINEZ, M PATRICIA; GIMENEZ, MARIO E; RUIZ, F.

Córdoba

Congreso; XIX Congreso Geológico Argentino; 2014

AGA

Se realizó un análisis isostático flexural de la litosfera en el macizo Nordpatagónico (MNP) ubicado al norte de la Patagonia (Figura 1a). Para ello se usaron más de 3000 datos de topografía y gravedad pertenecientes al Instituto Geofísico Sismológico Ing. F. Volponi (IGSV), Instituto Geográfico Nacional (IGN) e Instituto de Física de Rosario (IFIR). Los datos provenientes de las diferentes bases fueron integrados conformando una única base, referida al Sistema IGSN71 (Morelli et al., 1974). Las lecturas gravimétricas fueron reducidas por aire libre y Bouguer considerando una densidad promedio de 2.67 g/cm3 (Hinze, 2003) y corregidos por curvatura terrestre (LaFehr, 1991) y topografía (Nagy, 1966). Una vez calculada la anomalía de Bouguer completa (Blackely, 1995) se corrigió por el efecto de la placa andina sub-ductada considerando lo reportado por (Tassara et al., 2006). Luego, se realizó el cálculo de la flexión elástica en tres dimensiones (Braitenberg et al., 2002) para diferentes espesores elásticos (Te) = 1, 5, 10, 15, 20 y 30 km considerando una placa elástica delgada y continua (Figura 1b). Buscando realizar una prueba de sensibilidad, los cálculos fueron realizados considerando diferentes niveles de compensación isostática 35, 33 y 30 km, distintos contrastes de densidad 0,4 y 0,3 g/cm3 entre manto y corteza y se tuvieron en cuenta variaciones en el modulo de Poisson 0,25 ± 10%. Con las profundidades de la discontinuidad corteza-manto encontradas para cada (Te) se calcularon los efectos gravimétricos correspondientes (Parker, 1973) que contienen largas longitudes de onda. En la figura 1d, se observan los resultados obtenidos en una sección central (Figura 1b) para Te = 5 km y para Te=30 km a modo de comparación con la anomalía de Bouguer. En este perfil se muestra como el efecto gravimétrico obtenido para un Te bajo ajusta con las largas longitudes de onda de la anomalía de gravedad observada. Para determinar cuál es el Te apropiado en el cálculo flexural, fueron descontados de la anomalía de gravedad observada las respuestas gravimétricas correspondientes a cada flexión, de esta forma, se determinaron las anomalías gravimétricas residuales. Por último se calculó el RMS para cada residuo (Figura 1c). En este gráfico se observa que los bajos valores de RMS están asociados a valores de Te menores o iguales a 5 km. Los resultados encontrados revelan que la litosfera en el macizo Norpatagónico tiene baja rigidez flexural probablemente producto de una anomalía térmica presente en el momento en que la carga topográfica fue creada hace 26 Ma (Kay et al., 2007). Los resultados de tomografía sísmica de onda P (Bijwaard y Spakman, 2000) muestran una litosfera con reducción de velocidad y adelgazada, por lo que actualmente persiste un alto gradiente térmico. Si bien el valor hallado para el espesor elástico es muy bajo para una litosfera de edad Paleozoica (Watts et al., 2013), debemos considerar que la topografía de la meseta de Somún Curá (centro del MNP) se construyó a partir de una intensa actividad volcánica, re-iniciando las propiedades térmicas de la litosfera existente.