INVESTIGADORES
CISTERNA Clara Eugenia
libros
Título:
Estructura de los Andes del norte argentino.
Autor/es:
MON, R.; GUTIÉRREZ, ANTONIO; CISTERNA, C. E.
Editorial:
Editorial Académica Española
Referencias:
Año: 2017 p. 188
ISSN:
978-3-330-09968-5
Resumen:
El tramo andino situado entre los 22° y 32° S es excepcionalmente ancho y complejo, representado por un conjunto de cinturones de rumbo norte-sur, aproximadamente paralelos entre sí. A los 26° S la cadena andina tiene un ancho aproximado de 560 km, desde las sierras más bajas de su borde oriental hasta la costa del Océano Pacífico. Los cinturones orogénicos que la componen tienen características geológicas muy variadas, aunque esquemáticamente se puede señalar que la mitad occidental está formada predominantemente por entidades de origen magmático y la oriental por basamento proterozoico y paleozoico inferior. Ambos conjuntos están separados por un arco volcánico cenozoico. Las altitudes mayores de la cadena andina en este tramo alcanzan valores próximos a los 7000 m. Los picos más altos en la mayor parte de los casos coinciden con conos volcánicos. Esta parte de la cadena constituye una significativa barrera climática que impide el paso de los vientos cargados de humedad hacia el este, provocando una nítida sombra de lluvias en la vertiente occidental que se caracteriza por una aridez extrema. Esta parte de los Andes representa una significativa fuente de recursos naturales. El ascenso de las montañas acercó a la superficie terrestre valiosos yacimientos de minerales metalíferos y no metalíferos, cuya explotación comenzó hace por lo menos trescientos años. Por otra parte, los cauces fluviales que descienden por las laderas montañosas constituyen fuentes importantes de energía hídrica. La evolución de este tramo andino fue eminentemente intracratónica y no se advierten en él la presencia significativa de componentes de origen exótico. Los Andes del norte argentino representan un sistema de montañas alargadas en sentido norte sur con valles intermedios, que se extiende al sur de los 22º S (límite con Bolivia) hasta los 28º S, donde continúan dominios tectónicos que tradicionalmente no se consideraron como pertenecientes a esta región, tales como la Precordillera y la Cordillera Frontal. Las partes centrales de este territorio, a lo largo de la quebrada de Humahuaca, valle Calchaquí, el segmento norte del sistema Subandino y ciertos sectores especiales de la Puna y del norte de Chile, fueron estudiados a lo largo de los últimos cien años y se elaboraron allí gran parte de los conceptos básicos de la geología de esta parte de los Andes. Estos trabajos han tenido especial énfasis en aspectos estratigráficos, petrológicos, isotópicos, recursos minerales y de hidrocarburos. Se encuentran revisiones de la Geología de los Andes del norte argentino y de Chile, por ejemplo, en Audebaud (1976), Barazangi e Isacks (1976), Pimentel (1976), Zeil (1979), Muñoz y Sepúlveda (1992), Cornejo et al. (1993), Mc Elderry et al. (1996), Baby et al. (1997), Seyfried et al. (1999), Amilibia y Skarmeta (2003), Lavenu (2006), Arriagada et al. (2006), Palacios et al. (2007), Charrier et al. (2009). A grandes rasgos, la vertiente occidental andina es una cadena montañosa magmática (Zeil 1979), con gigantescas manifestaciones volcánicas y plutónicas, principalmente post tectónicas, que ocurrieron en episodios separados individuales. Los cuerpos plutónicos son de los más grandes reconocidos en los orógenos recientes del planeta y tienen una masa estimada de varios millones de metros cúbicos. De acuerdo a las mediciones radimétricas las manifestaciones eruptivas ocurrieron desde el Precámbrico hasta la actualidad.