INVESTIGADORES
FERREIRO Juan Pablo
congresos y reuniones científicas
Título:
La estructura de la familia de elite jujeña y su reproducción. Algunas consideraciones sobre la dinámica de la casa
Autor/es:
DR. JUAN PABLO FERREIRO
Lugar:
Tafí del Valle, Tucumán
Reunión:
Jornada; VIIas. Jornadas Argentinas de Estudios de población; 2003
Institución organizadora:
AEPA-UNT
Resumen:
Al igual que el resto de la América Colonial, la sociedad nacida de este proceso era similar en muchos aspectos a la del Antiguo Régimen español. Sin embargo, los principios jerárquicos, estamentales y corporativos que sustentaban tal organización se apoyaban, en el caso americano, sobre una realidad nueva que era fuente de desigualdad social: la diferencia étnica. La heterogeneidad social, cultural y económica emergente del proceso de conquista y colonización de territorio americano resultó en una identificación del ?Otro étnico?, fenotípicamente diferente, y social, cultural y políticamente dominado, con el ?vulgo? de las sociedades tradicionales ibéricas; en este sentido, se debe recordar que los indígenas eran asimilados legalmente en el derecho indiano a la condición de los rústicos y los niños. Tal estructura de dominación era controlada desde su cúspide, por un estamento señorial de origen europeo cuya situación recordaba a la nobleza ibérica; pero que, sin embargo, no logró consituirse en una auténtica aristocracia indiana. Al igual que el resto de la América Colonial, la sociedad nacida de este proceso era similar en muchos aspectos a la del Antiguo Régimen español. Sin embargo, los principios jerárquicos, estamentales y corporativos que sustentaban tal organización se apoyaban, en el caso americano, sobre una realidad nueva que era fuente de desigualdad social: la diferencia étnica. La heterogeneidad social, cultural y económica emergente del proceso de conquista y colonización de territorio americano resultó en una identificación del ?Otro étnico?, fenotípicamente diferente, y social, cultural y políticamente dominado, con el ?vulgo? de las sociedades tradicionales ibéricas; en este sentido, se debe recordar que los indígenas eran asimilados legalmente en el derecho indiano a la condición de los rústicos y los niños. Tal estructura de dominación era controlada desde su cúspide, por un estamento señorial de origen europeo cuya situación recordaba a la nobleza ibérica; pero que, sin embargo, no logró consituirse en una auténtica aristocracia indiana. La lógica económica que sutentaba tales vínculos era la de la patrimonialización de los oficios, de las propiedades y de los individuos, ya que éstos abierta o encubiertamente eran transformados en una mercancía (?una pieza?) susceptible de ser apropiada (relación amo/esclavo) y transmitida en herencia al interior de estos grupos o elites. A tal dinámica económica le correspondieron como expresión ético-política dos valores que constituían la clave de las jerarquías de la época: la sangre y el honor. Ambos fueron objeto de conservación y transmisión. La primera constituye una metáfora de la verdadera dinámica del sistema, ya que no sólo implica que debe ser limpia (esto es, que el pasado del linaje familiar debe ser intachable en lo que a filiación religiosa y étnica se refiere), sino que la unidad social de la elite va a significar, en algún momento, la concentración de aquellos que son de la misma sangre, esto es, del mismo linaje o parentela.. Mientras tanto el honor no representa otra cosa que el prestigio y rangos alcanzados por el grupo familiar y sus miembros. Estos valores confluyen en las estructuras familiares y redes de parentesco (afinal, consanguíneo y simbólico); las cuales sirven de matriz a un complejo sociopolítico y simbólico que las expresa: el ethos señorial-estamental. Este es un conjunto de conductas específicas y estandarizadas que preexisten y sobreviven al agente histórico-social, pero que éste realiza mediante un desempeño sujeto a esas determinadas prácticas y valores, las que sólo tienen validez en ese espacio y ese tiempo. Tales conductas se establecen y desarrollan a través de relaciones producidas en y por esa configuración social adquiriendo así la característica de una "acción tendencial" colectiva.Todos estos elementos se manifiestan en una forma de organización política históricamente específica: la casa