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Es conocido que el hormigón autocompactante proporciona beneficios tales como aumento de la productividad, reducción de ruido y economía de energía, por lo que su aplicación se toma altamente recomendable. Sin embargo el diseño de estos hormigones requiere el empleo de un elevado contenido de finos que inciden aumentando el costo del hormigón autocompactante. Por otra parte el desarrollo de hormigones con la incorporación de residuos industriales ha contribuido a la reducción del uso de los recursos no renovables. La adición de residuos provenientes del proceso de trituración de rocas que poseen un elevado porcentaje de finos brinda una interesante posibilidad de ser utilizados como filler en el hormigón autocompactante. Este residuo, de bajo costo, está disponible en el mercado local (Córdoba, Argentina) y actualmente no se comercializa como agregado para hormigón. Con la incorporación de pigmentos que brindan color, su aplicación es por demás interesante para la industria del premoldeado y el diseño arquitectónico. El trabajo presenta los estudios realizados en hormigón autocompactante coloreado utilizando este residuo en reemplazo del 100% del agregado fino natural. Las propiedades de autocompactabilidad de capacidad de paso, capacidad de relleno y resistencia a la segregación, son evaluadas a través de ensayos de flujo de asentamiento, Caja L, V Funnel y J-Ring, siguiendo las recomendaciones del EFNARC y autores varios. En estado endurecido, se presentan resultados de resistencia a compresión, a los 7 y 28 días de edad. Y como indicadores de compacidad y durabilidad los valores de absorción de agua y succión capilar. La incorporación de estos materiales finos para la producción de hormigones es económicamente rentable por su menor valor comercial y puede ser tecnológicamente ventajosa. Su uso contribuiría a lograr un ambiente sustentable y saludable dado que se disminuiría la degradación del medio ambiente.

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