¿La sátira anti-racista es más efectiva que las campañas antirracistas en Argentina?

ALEJANDRO FRIGERIO

Congreso; Congreso Anual de Latin American Studies Association (LASA); 2021

Latin American Studies Association

En esta ponencia analizaré la manera en que un personaje cómico, Micky Vainilla, ha servido para crear conciencia acerca de las actitudes racistas de la sociedad argentina. En su discurso satírico y sus canciones siempre presenta una imagen negativa y amenazante de los sectores populares, a los que llama “pobres” y/o “morochos”. En sus críticas a los pobres prevalecen valoraciones de “clase” y de “cultura” y de su localización espacial en determinadas zonas del Gran Buenos Aires. Su frecuente referencia a los “morochos” (como sinónimo de “pobre”) revela un claro subtexto racial. El racismo vergonzante, siempre explícitamente negado, de Micky y su desdén por quienes viven fuera de los límites de la Ciudad de Buenos Aires (el corazón “blanco” y “europeo” del país que sostiene nuestra imagen ideal) satiriza -y al hacerlo refleja y visibiliza- las actitudes racistas veladas de la clase media porteña (de la Ciudad). El sostenido éxito del personaje –especialmente en sectores juveniles- comparado con la resistencia social que han encontrado tímidas campañas antirracistas de organismos del Estado argentino sugieren que dadas las características del racismo local (y de un creciente movimiento anti-antirracista) una aproximación indirecta y humorística puede tener más aceptación que una explícitamente condenatoria.