INVESTIGADORES
ISLA Federico Ignacio
libros
Título:
Sableadores a caballo: intrigas contra San Martín
Autor/es:
ISLA, F
Editorial:
Editorial académica española
Referencias:
Lugar: Saarbrücken; Año: 2011 p. 131
ISSN:
978-3-8454-8044-2
Resumen:
Justo es honrar a nuestros héroes patriotas. Aquellos que dejaron de lado su vida personal y la dedicaron a una causa justa como la libertad de su tierra. Esa tierra no eran sólo sus pampas argentinas sino toda América. La conducta de San Martín ha sido tan ejemplar que ni el tiempo ha logrado olvidar sus principios, su firmeza y su desinterés. También supo rodearse de los mejores hombres de la pobre colonia del Río de la Plata. Los jinetes de la Pampa tuvieron su primera acción a orillas del Paraná en 1813, y protagonizaron las últimas cargas por la independencia de Sudamérica en Junín y en Ayacucho en 1824. Esta es la historia de vida de los Granaderos a Caballo. Los que dejaron las comodidades de la ciudad, de la mano de San Martín cruzaron los Andes, surcaron el Océano Pacífico, sobrevivieron a fiebres tropicales, y terminaron venciendo entre selvas y desiertos. Los sableadores a caballo fueron el arma secreta y sorpresiva con que el Libertador del Sur lograba decidir las batallas a su favor. Y terminaron la Guerra de la Independencia del mismo modo que les había inculcado San Martín, pero bajo el mando del Libertador del Norte, Simón Bolívar. Casi todos murieron en tierras lejanas, olvidados y pobres. Sus restos descansan lejos de las llanuras que los hizo jinetes excepcionales. Los granaderos competían entre ellos por demostrar su orgullo y bravía, lo que les valió castigos y las peores misiones. Además de la conocida rivalidad entre Necochea y Lavalle, hacían gala de su arrojo Manuel Rojas, Olavarría, Suárez, Brandsen y Raulet. Y así quedaron las leyendas de las cargas en que algunos vencieron o murieron. Varias veces debieron obedecer órdenes de generales de otras nacionalidades; chilenos (O’Higgins), altoperuanos (Alvarez de Arenales, Santa Cruz), peruanos (Gamarra, Tristán), colombianos (Sucre) o venezolanos (Bolívar). No siempre esto les gustó, pero lo hicieron a satisfacción, con el mayor arrojo y valentía. Los granaderos sufrieron en Lima cárceles y vejámenes por haber servido bajo órdenes de SM. Es de Necochea la frase “Del Perú no quiero llevarme más que heridas”. Monteagudo recibió un puñal, y Guido debió dar explicaciones a Bolívar para volverse. Estas páginas, lejos de pretender ser una nueva reivindicación al Ejército de los Andes, es la simple historia de los jóvenes que se fueron de su patria para lograr la libertad de la patria grande, la de todos los americanos. El ejército argentino se formó con aquellos jóvenes subversivos respecto al orden colonial.