Apuntes para una periodización del proceso modernizador latinoamericano

ADRIANA ARPINI

Sujetos sociales y educación en la Argentina hoy

Universidad Nacional de Jujuy

Lugar: San Salvador de Jujuy; Año: 2001; p. 101 - 124

Aludir al "proceso modernizador latinoamericano" implica tener en cuenta la heteroge­neidad intrínseca de la modernidad en general, y en particular, las formas que ésta adoptó en América Latina. Cabe hablar de modernidades –siguiendo el criterio de Jesús Martín Barbero– para diferenciar los procesos que tuvieron lugar en Europa y América Latina respectivamente. Pero cabe también apreciar diferencias en el interior de cada uno de estos procesos. A los efectos de nuestra investigación, es posible señalar ciertos momentos de inflexión, el primero al rededor de 1870/80, y los otros dos en torno a 1930 y 1970 respectivamente, que permiten organizar una cierta periodización al interior del lapso que nos ocupa. Para el caso de la Argentina moderna, por ejemplo, se ha señalado que ella es el resultado de tres grades ciclos históricos, tres modernizaciones desde arriba, cada una de las cuales expresa una realidad contradictoria, surcada por tendencias conflictivas en lo económico, político y social, todo ello en el marco de relaciones internacionales no menos tensas. El primer ciclo comprende las últimas décadas del siglo pasado y se prolonga hasta 1930, el segundo se extiende hasta el inicio de la década de los ´70, el tercero habría comenzado a implementarse desde 1976. Esta cronología puede hacerse extensiva, por cierto con matices, a otras regiones de América Latina. No la tomamos en sentido determinante, sino como criterio ordenador general, susceptible de recibir modificaciones de acuerdo a la especificidad y peculiaridades propias de las situaciones que constituyen el contexto de los discursos que sean analizados en cada caso.