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El objetivo de esta contribución es reflexionar críticamente sobre los recorridos de la historia social de las dos últimas décadas del siglo XX y los primeros años del presente y ponderar cómo los supuestos metodológicos que hoy se debaten en la construcción del conocimiento histórico implican, en muchos aspectos, un retorno crítico a las propuestas de los denominados clásicos en la especialidad. En efecto, la legitimidad de este recorte se sustenta en el hecho que una de las características de la historiografía de las últimas décadas ha sido la relectura y resignificación, con otros acentos metodológicos, de los denominados clásicos que constituyen una cantera fructífera para la construcción del conocimiento histórico. Esta revalorización de los clásicos no es un fenómeno exclusivo de la historia, sino de todo el campo de las ciencias sociales que han realizados intentos deliberados de conexión con algunas formas clásicas del pensamiento social que han podido ser puestas en circulación en formas nuevas. Una obra clásica no es la que ha perdido vigencia y validez, sino aquella que conserva esos atributos porque algunos de esos supuestos siguen siendo aplicables para la explicación de la realidad social e histórica e iluminan el camino para su investigación. Lo clásico adquiere así un significado que, en lugar de basarse en su contraposición a lo moderno, enfatiza la continuidad y recíproca influencia existente entre obras de arte, modelos científicos o movimientos sociales y culturales. Por otra parte, esta temática remite a una problemática que ha preocupado y preocupa al campo disciplinar: el desfasaje entre la tarea del historiador y su reflexión teórica, entre el desarrollo del oficio del historiador y las proposiciones generales que intentan explicar y legalizar la disciplina Dentro de este contexto, aspiramos a ofrecer una visión sintética sobre las diversas dimensiones de la contemporaneidad de los textos clásicos en la reciente reflexión teórico- metodológica, entre ellas: el giro humano; el enfoque micro de lo social; las escalas, las temporalidades, lo macro y lo micro; el giro cultural y hermenéutico, el nuevo giro social y la tensión entre historias microsectoriales y visión de conjunto.

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