Células de plantas bajo déficit hídrico conservan la capacidad de crecer luego que las hojas alcanzaron aparentemente el final de la expansión.

- AGUIRREZÁBAL, L; ., GRANIER, C; LECHNER, L.; PEREYRA IRUJO, G; PINEDO M

Chascomús

Congreso; XXVI Reunión Argentina de Fisiología Vegetal, Chascomús; 2006

Sociedad Argentina de Fisiología Vegetal

Mejor trabajo sesión “Las Plantas en su entorno” El crecimiento de una hoja suele describirse a través de una relación curvilinear, en la que se identifica una etapa donde ha alcanzado su tamaño final (asimilable a un plateau ). Este modelo, ampliamente utilizado, supone implícitamente que, luego de alcanzado el plateau, el tamaño de la hoja queda irreversiblemente fijado. Se investigó en plantas de Arabidopsis thaliana (At, ecotipo Col-0) y girasol (línea HAR2), sometidas a déficits hídricos moderados y de intensidad constante, si las células conservan la capacidad de crecer luego que las hojas hayan alcanzado aparentemente su tamaño final. Se cultivó At en cámara de crecimiento y girasol en invernáculo. Seis días después de la iniciación de la hoja 8 se aplicó un déficit hídrico manteniendo el suelo a 0.55 MPa, conservando controles bien irrigados. La superficie de cada hoja se midió cada 2-3 días. Cuando las hojas número 12 (At) u 8 (girasol) habían mantenido similar superficie durante al menos cuatro días se reirrigaron las plantas hasta alcanzar una humedad del suelo similar a los controles. Esta detención del crecimiento no puede ser atribuida a un fuerte estrés (los niveles de déficit hídrico eran moderados y las hojas superiores continuaban expandiéndose mientras que las del control bien regado habían dejado de expandirse). La reirrigación ocasionó un incremento en la superficie de las hojas (entre 30 y 200%) que ya habían aparentemente alcanzado su tamaño final. En la hoja 6 de At esta nueva expansión se produjo 11 días posteriores a haber alcanzado su tamaño final aparente. Impresiones de epidermis muestran que el incremento en superficie de las células explicó el incremento en la superficie foliar luego de la reirrigación. Se concluye que las paredes celulares conservan la capacidad de expandirse luego que la hoja alcanzó su tamaño final aparente. El modelo experimental es utilizado para investigar el efecto de genes y/o enzimas vinculados con el crecimiento y la adquisición de la rigidez por las paredes celulares.