IMHICIHU   13380
INSTITUTO MULTIDISCIPLINARIO DE HISTORIA Y CIENCIAS HUMANAS
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Repensando la dialéctica ancestro-espacio funerario en Mesopotamia: la intertextualidad entre cultura material y evidencia epigráfica (Dinástico Temprano IIIB y época neo-sumeria, c. 2600-2100 a.C.)
Autor/es:
RODRIGO CABRERA; EVA CALOMINO
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Jornada; III Jornadas Interdisciplinarias de Jóvenes Investigadores del Cercano Oriente Antiguo: ?Repensando textos y objetos en contexto en el Próximo Oriente Antiguo?; 2016
Institución organizadora:
Instituto de Historia Antigua Oriental ?Dr. Abraham Rosenvasser?, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires
Resumen:
En la presente comunicación, indagaremos en la configuración de la espacialidad funeraria durante el Dinástico Temprano IIIB (DT IIIB) y el período neo-sumerio en la Baja Mesopotamia (c. 2600-2100 a.C.). A fin de efectuar un análisis interdisciplinario del espacio funerario mesopotámico, donde se pondere de forma interconectada la evidencia material y los registros epigráficos, apelaremos a un corpus teórico amplio y complementario, centrado en las nociones de ?paisaje?, ?memoria?, ?ancestralidad? y ?gramática cultural?.El estudio de los paisajes funerarios durante el período mencionado nos permitirá entender las dinámicas y prácticas implícitas en las formas de cimentación y mantenimiento del poder político secular emergente y, en simultáneo, reconocer la intromisión de un nuevo sector social vinculado a la esfera de lo privado, el cual participaba de nuevas relaciones socioeconómicas. En este sentido, la gramática cultural es una herramienta metodológica que sitúa a los textos en contexto y relee el registro arqueológico a través de lógicas espaciales de intersitio e intrasitio en diálogo con la evidencia epigráfica. Por tal motivo, a partir de una perspectiva teórica y metodológica más amplia, consideraremos los cambios en la ubicación, el contenido y la forma de las tumbas para el DT IIIB y el período neo-sumerio, y su relación con los cambios políticos emergentes; reinterpretándolos como verdaderas transformaciones en los paisajes funerarios, que señalan nuevos vínculos entre los vivos y los muertos en términos de «ancestralidad». De este modo, el abordaje del paisaje funerario desde su espacialidad y materialidad, como elemento activo en los procesos de configuración del espacio social, implica aceptar que el acto de habitar un paisaje supone involucrarse con un ambiente compuesto por rastros del pasado, que pueden fomentar y/o condicionar la creación de nuevas materialidades. En estos casos, las nuevas disposiciones y características de las tumbas se asociaron históricamente con una jerarquía de parentesco creciente, que debía justificar míticamente su poder, interactuando con la arquitectura doméstica y funeraria anterior, así como también, revalorizando algunas y creando rupturas con otras.En suma, entre el DT IIIB y Ur III, podemos reconocer una serie de continuidades estructurales y estructurantes en el plano ideológico, que se materializaron y mentalizaron a través de paisajes funerarios, de los que participaron tumbas, agentes sociales y performances ceremoniales, y en los que la muerte apareció como fuerza propiciatoria de la memoria.