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Este trabajo se propone comenzar a explorar desde una óptica centrada en la alimentación una fuente documental hasta ahora olvidada por la Arqueología Histórica de nuestro país: los inventarios post mortem. Se trata de extensas y detalladas listas de bienes muebles e inmuebles de diferentes individuos, en nuestro caso habitantes de Buenos Aires que murieron entre 1776 y 1810. Esta fuente permite acercarnos a aspectos de la cultura material del pasado infrecuentes en el registro arqueológico dada su naturaleza perecedera materias primas orgánicas-, o su reutilización por ejemplo, los objetos de hierro o de metales preciosos. Muchos de los items enumerados en los inventarios porteños se relacionan con la alimentación, y en esta fuente tenemos la oportunidad de analizarlos contextualmente con información detallada acerca de la organización de una única unidad doméstica. En esta presentación desarrollaremos dos líneas alrededor de la cultura material relacionada con la alimentación. La primera de ellas se refiere a los objetos mismos y sus materialidades y pretende resumir cuantitativamente la presencia de diferentes materias primas, su frecuencia y su asociación con formas y usos alimenticios. Asimismo nos interesa explorar el vínculo entre esos objetos y la organización de la unidad doméstica del difunto integrantes, presencia de esclavos- y su ubicación en la escala patrimonial de la muestra como una manera de abordar su nivel socioeconómico. De este modo, nuestro aporte permite conocer algunos aspectos materiales de la alimentación de momentos históricos inaccesibles a través de la evidencia arqueológica integrando en un mismo análisis objetos con diferentes materialidades. Además nos interesa intentar relacionar esos objetos con las dinámicas pretéritas que formaban parte de la manera en que se pensaban, se concretaban y se vivían las diferentes ideas y actividades que se entretejen en la cotidianeidad de la alimentación.